El caso de María José Alvarado, ‘Miss Honduras’, es sólo uno de muchos que comprueba la violencia en un continente donde la belleza suele tener un precio muy alto.
A pesar de que existen cada vez más movimientos y organizaciones que luchan por la causa femenina, desafortunadamente existen todavía sucesos como el que acaba de pasar en Honduras, tras la muerte de María José Alvarado, ‘Miss Honduras 2014’. Una estudiante de 19 años de clase media baja, cuyo ‘cuento de hadas’ acabó en tragedia cuando recibió dos disparos por parte del novio de su hermana Sofía.
Una víctima más en un marco donde la violencia en Latinoamérica y el narcotráfico, tienen una estrecha relación con los certámenes de belleza. Una historia que tiende a repetirse una y otra vez como si fuera una especie de ‘maldición’.
Esta historia comienza con Rogelia Cruz, quien además de coronarse como ‘Miss Universo Guatemala‘ en 1958, fue una notoria activista de izquierda.
Después de representar a su país en ‘Miss Universo’, esta estudiante de Arquitectura se enroló al partido ‘Juventud Patriótica del Trabajo’ y mantuvo una relación con el comandante guerrillero Leonardo Castillo Johnson. En 1967, fue raptada y un año después, fue encontrada muerta y se descubrió que fue asesinada por un escuadrón de paramilitares. Uno de los muchos asesinatos de represalia debido a la orientación política de la gente.
Otro fenómeno que se advierte dentro del mundo de los certámenes de belleza, tiene que ver con el narcotráfico.
Marta Lucía Echeverry, ‘Miss Colombia 1974’, fue una mujer que mantuvo un amorío con el capo del Cartel de Cali, Miguel Rodríguez Orejuela. Otro nombre que se destaca en esta lista de ‘trofeos de traficantes’ es Liliana Lozano, ‘Miss Carnaval Colombia 1995’, quien en 2009 apareció brutalmente torturada junto al hermano de su marido, el traficante de cocaína Leónidas Vargas.
En México, existe el caso de Karla Contreras, ‘Reina de la Facultad de Contabilidad y Administración de Sinaloa, México’, una joven de 19 años que recibió en 2013 por lo menos 14 balazos. Según la fiscalía de Sinaloa, fueron dos sicarios quienes le dieron muerte.
De igual manera, se dice que el film de Gerardo Naranjo, "Miss Bala" (2011), está basado parcialmente en el caso de ‘Miss Sinaloa’, Laura Zúñiga, quién presuntamente estuvo involucrada con el narcotráfico.
Por último, está el acontecimiento de Mónica Spear, ‘Miss Venezuela 2004’. Diez años después de ganarse el título, sufrió un accidente automovilístico junto con su esposo, Thomas Henry Berry, y su hija. Mientras la grúa remolcaba el vehículo, un grupo de delicuentes los trataron de asaltar para luego asesinarlos. La única sobreviviente fue la hija de ambos.
Un grupo de mujeres en busca de un sueño, sin grandes oportunidades que se alistan en los certámenes para tratar de labrarse un futuro mejor. Sin embargo, a pesar de ganarse la corona, no logran alejarse del clima de violencia que se vive en muchos países latinoamericanos. Un fenómeno que ataca una sociedad que parece no distinguir de belleza.