El 14 de junio es el Día Nacional contra la MGF en conmemoración de Bodour Shaker, quien falleció a los 12 años a raíz de esta práctica.
Los días de verano traen consigo noticias sombrías: el inicio de la termporada de la mutilación genital (MGF) en Egipto. Una tradición que afecta a miles de jóvenes, sobre todo en esta época del año porque tienen "la oportunidad de recuperarse en casa".
En pleno siglo XXI, cientos de instituciones luchan para erradicar esta práctica la cual se lleva a cabo en 29 países alrededor de África y el Medio Oriente y afecta a más de 130 millones de mujeres y niñas. En 2014, según la Encuesta Demográfica y de Salud (EDS), el 92% de la población femenina entre 15 y 49 años se ha enfrentado a este problema.
La MGF es una tradición milenaria apoyada por la religión de estos países. Esta práctica consiste en remover toda o parte de los genitales de las jóvenes con el fin de controlar su deseo sexual y de esta manera, prepararlas para el matrimonio.
Egipto es el país con mayor índice de casos de mutilación genital, con un total de 27.2 millone de casos.
"Si logramos erradicar esta práctica en Egipto, podremos acabar con más de una cuarta parte de todos los casos mundiales", afirma Jamie Nadal, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en El Cairo.
Esta meta se ve cada vez más cerca, ya que en 2007 el gobierno se sumó a este esfuerzo y emitió un decreto el cual prohíbe la MGF. Al año siguiente, el Parlamento criminalizó la práctica y estableció una sentencia mínima de tres meses en prisión y máxima de dos años, además de una multa. Esto reflejó cambios significativos en las cifras de víctimas. El porcentaje de niñas mutiladas entre los 15 y 17 años disminuyó del 74% en 2008 al 61% en 2014.
Pero todavía falta hacer más, ya que según la EDS, personal médico efectúa un 82% de las circuncisiones, violando la ley egipcia y esto debe parar.