El presidente ruso Vladímir Putin ha promulgado una ley que saca la violencia de género o doméstica de la legislación penal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha promulgado una ley que saca la violencia de género o doméstica de la legislación penal, tal y como estaba hasta ahora. Ahora, en Rusia, la violencia de género sólo será delito cuando haya lesiones, reincidencias o muertes. Con esta nueva ley, los hombres que peguen a sus mujeres sólo irán a prisión si lo hacen "más de una vez al año".
Si esta noticia desconcierta y enfurece (por decir lo menos), y nos parece completamente retrograda -¿qué hay del abuso emocional? ¿A caso están diciendo que el abuso no es abuso si no hay muertes o huesos rotos? Escalofriante.- lo más sorprendente incluso es que detrás de esta iniciativa participó una mujer: la diputada Elena Mizulina. El pasado mes de julio fue ella quien puso la ley sobre la mesa para evitar tener "personas encarceladas durante dos años y etiquetadas como criminales simplemente por dar un golpe." Además, Mizulina es también impulsora de la normativa que penaliza la "propaganda gay".
Antes se penalizaba a los agresores con hasta dos años de cárcel, pero con la nueva norma bastan unos 500 euros o un breve arresto para salir impune.
Por lo menos los ciudadanos rusos ya han salido a las calles para protestar ante una norma tan atroz, alegando que esto sólo empeorará la situación al hacer pues los agresores ya no tendrán repercusiones.
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