Se agotaron en cuestión de horas y todos están hablando de ellos.
La imaginación (ni las fuentes de inspiración) tienen límites cuando de diseño de accesorios hablamos y si no nos crees, pregúntale a Emily Fitzgerald, creadora de los collares que rompieron el Internet hace un par de días. ¿Qué tienen de particular? Que tienen forma de vagina. Sí, así como lo lees.
Las piezas, que llevan el nombre de Yoni (vagina en sanscrito), se agotaron en cuestión de horas y generaron tanto ruido que reconocidas publicaciones como The Huffington Post y Mashable le dedicaron notas especiales.
Los collares de Emily están elaborados en distintos materiales, además de tener incrustaciones de piedras semipreciosas y perlas (estratégicamente colocadas, claro).
¿Comprarías uno?