Nos trasladamos al siglo pasado, a esas décadas que ahora llamamos ‘vintage’ para analizar algunos trucos muy sencillos y naturales que te salvarán en las situaciones más extremas.
Pellizcar y sonreír
Sencillo y puede que el más antiguo del mundo. No nos referimos a pellizcar tus mejillas hasta que duela si no, más bien pequeños y rápidos pellizcos que activen tus capilares para conseguir ese rubor natural que puedes necesitar en momentos puntuales.
Los usos del jabón
En los años 50 solo había una forma de domar y dar volumen a las cejas. Después de las décadas de las cejas de grosor "hilo", ahora gustaban las cejas más naturales y gruesas. ¿Cómo? Pues con ayuda de una pastilla de jabón y un cepillo de cejas. Se pasaba la brocha un par de veces por la pastilla y se despeinaban las cejas para posteriormente volver a peinarlas y que así adquirieran un mayor volumen.
Hidratación
Otro de los ingredientes que nunca falta en nuestra cocina. Sus propiedades hidratantes son de sobra conocidas por todo el mundo, de ahí que muchas lociones lo incluyan entre sus componentes. Aplicado en las puntas funcionaba a modo de mascarilla. La ya mencionada miel también se puede utilizar de la misma forma. Una hidratación muy natural, pero con sus contras. Tanto un ingrediente como el otro, aplicado en exceso ensuciará tu cabello.
NOTA: 5 PASOS PARA APLICAR CORRECTAMENTE EL LABIAL MATE
Truquitos para tu super pelo
¿Fanática de los champús en seco? Pues puede que tu abuela ya los usara en su juventud. Los polvos de talco eran un "champú" habitual. Al absorber la grasa, ayudaban a que las raíces no se ensuciaran. Esparcir, sacudir el cabello, eliminar el exceso y peinar. Pero aún queda un "truqui" capilar más. ¿Eres de las que compra el champú del pelo en función de su aroma? Pues antaño se ahorraban esta característica de los tratamientos actuales al echar el perfume en el cepillo con el que luego se peinaban el cabello. Aroma personal.
¡Agua va!
Llegado desde Hollywood vino un ritual de lo más difundido y efectivo: ¡el agua helada! Según se cuenta, en una entrevista, la actriz Joan Crawford aseguró que se lavaba el rostro con agua muy muy fría. Hasta unas 20 veces echaba agua helada sobre su piel. Y su efectividad es tal que aún se sigue haciendo. La piel se ve más luminosa, se activa la circulación, se reduce la hinchazón de la zona de los ojos y absorbe mejor los tratamientos que se apliquen a continuación.
El maquillaje y sus secretos
Por último, no queríamos olvidarnos del maquillaje. La manicura de media luna que aún llevan millones de mujeres en todo el mundo es otro de esos trucos vintage que nos siguen enamorando. Igual que el lápiz de ojos blanco o nude en la línea de agua del ojo para aumentar la mirada. Y, ¿qué pensarías si te dijéramos que el contouring de la señorita Kardashian ya lo pedía Grace Kelly en todas sus sesiones de maquillaje? Sus marcados pómulos eran resultado del "maquillaje claro / maquillaje oscuro".
FUENTE: www.marie-claire.es