En la era de igualdad de géneros cabe señalar que en el aspecto moda, los hombres están gozando de un momento increíble, incluso mas profuso en detalles, perfil y accesorios que el de las mujeres.
La tendencia en el vestir masculino va de la mano con la elegancia de época, en la que sweaters, chalecos, pañoletas y chaquetas se combinan con sombreros y bolsos de mano.
Seas hombre o mujer, te quieres sentir elegante pero a la vez fuerte y con convicción. Los diseñadores más allá de presentar algo transgénero quieren transmitir diseños versátiles para hombres y mujeres (así las pasarelas sean de hombre) y estar a la par en tendencias.
En la semana de la moda masculina de New York esto no fue una excepción, aquí vimos a un David Hart cuya presentación inspirada en cierto minimalismo, fue a la vez rica en estructura y detalle; siguiendo la tendencia del monocolor con atuendos todos negros o todos beige con chaquetas de solapas alargadas, tres botones laterales y corte cruzado dándole a un look simple un galante toque intrincado.

Palomo Spain, por Alejandro Gómez, fue una de esas pasarelas que generó mucha emoción. El sentimiento más puro al ver un show como estos, se produjo por momentos de impresión, sorpresa y un sutil y conmovedor romanticismo inspirado en los inicios del siglo XX donde cada atuendo contaba una historia propia. Bien sea en España o en Nueva York, el diseñador presenta una marca con mucha variedad, estética, teatro y moda que se conceptualiza en una idea única entre faralaos, brillos, mallas y mesh.

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Joseph Abbouh, presentó su colección en una noche de invierno que parecía la primavera en el muelle 16 del distrito financiero. La colección fue de las mas ricas vistas durante la semana de la moda de hombre en Nueva York. Por etapas de colores desfilaron atuendos con reflejos de antaño en la elegancia que caracterizaba el hombre moderno de principios de siglo XX, detalles únicos y preciosistas que se hacían notar en las costuras, apliqués, en los entalles de chaquetas, al igual que en los sweaters, pantalones y mangas. Un tanto étnica en sus estampados, no dejó atrás esa elegancia nostálgica que también es tendencia ya que el vestir del antes es el futuro del vestir de hoy dejando a un lado lo urbano y el confort y enfocándose en una estética sobria y vanidosa que en su momento fue la dicotomía de la moda.

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La semana de la moda de hombres fue un preludio a lo que ahora vemos con los desfiles de las colecciones femeninas. Tonos terracotas, mostazas y verdosos que se traducen entre géneros. Las siluetas firmes a la elegancia sobre el confort y la personalidad fuerte para así sentir un poderío personal. La moda de hombres creció exponencialmente y este crecimiento es parte de una tendencia donde todos como ciudadanos tocamos de igualdad, un mensaje bonito que se transmite al vestir.
Por Gabriela Ramos Caldato