Contar calorías obsesivamente en una dieta restringida ya no es la mejor opción para adelgazar. Lo que en verdad funciona para perder peso ?y no recuperarlo? es optar por un régimen fácil de mantener con alimentos naturales y modificar de manera permanente tus hábitos de alimentación: el clean eating.
De todas las dietas que has hecho ¿hay una realmente saludablee inclusiva que puedas mantener como estilo de vida? Lamayoría son estrictas y prohíben gruposde alimentos que disfrutamos comer, como,
por ejemplo, el pan, consumido por elhombre desde hace siglos. Hoy, los ingredientesmás satanizados son los azúcares y harinas refinadas, sin contar el gluten. ?Alo largo de la historia han ido desfilando
por nuestra dieta los alimentos más consumidos,y todos, dependiendo del momentohistórico, han sido clasificados comobuenos o malos?, afirma el doctor José M. Ordovás, especialista del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares.
Algunos científicos sospechan que losíndices de obesidad se están disparandono solamente porque comemos demasiadoy nos ejercitamos poco, sino también por una dieta llena de alimentosquímicos. Así que si no logras bajar esos últimos tres kilos que nomás no se dejan,ya tienes una pista de lo que puedeestar contribuyendo al problema.
NO TE HAGAS BOLAS
Nunca antes se había teorizado tanto sobre la comida, ni tampoco habíamos estado tan confundidos. A diferencia de hace unos100 años, en la actualidad, la mayoría de la oferta de comida se integra de alimentos procesados llenos de aditivos y conservadores o, en su caso, transgénicos ?cuyos riesgos sanitarios a largo plazo, de acuerdocon Greenpeace, no han sido evaluados seriamente
y cuyo alcance sigue siendo desconocido?.Tantos químicos no sólo afectan el funcionamiento adecuado de nuestro sistema digestivo, sino que pueden hacerque se acumulen más toxinas en el cuerpo, además de provocar la inflamación celular, el principio de muchas complicaciones en las funciones de nuestros órganos.
Cuando en 2006 Beyoncé bajó 10 kilos para su papel en Dreamgirls utilizando el sistema Master Cleanse ?ese drástico plan de sólo beber una mezcla de jarabe de maple con limón por algunos días para detoxificar el organismo? las dietas a base de jugos se pusieron de moda. Cuando lograr perder kilos de una manera rápida y ?fácil? se comprueba, su legión de seguidoras aumenta a una velocidad parecida a la de la luz. El deseo por un abdomen plano y unas caderas sin carne de más es tan fuerte que hay a quienes no les importan tanto las consecuencias de estos ?pequeños sacrificios?. Pero la desilusión llega vía Louis Aronne, médico internista del hospital presbiteriano de Nueva York: ?Bajas de peso porque quemas músculo y pierdes agua. Su éxito es tan sólo una ilusión?. Eso significa que, aunque te veas flaca, es tan sólo un engaño óptico, pues en cuanto vuelvas a consumir comida sólida crecerá el volumen de tus piernas y vientre.
MANOS A LA OBRA
Entonces, ¿qué hacer?, ¿cómo saber si tu cuerpo está contaminado o si sólo estás desesperada y en crisis? Si vas en tu tercer refresco de dieta a las 12 del día y comes muchas cosas de la máquina expendedora es bastante probable ?si no es que seguro? que tu sistema necesite un descanso. Incluso si llevas una dieta balanceada y ?cuidada? puedes haber desarrollado alguna intolerancia o sensibilidad a cierto alimento y necesitar una reprogramación de tu mente. ?Un programa de limpieza con jugos remueve las toxinas de tu organismo, dándole a tu hígado y a todo tu sistema digestivo un descanso?, explica Christina Lima, Health Coach especialista en medicina holística integral en MedicaLima y quien desarrolló el programa DetoxPh: de seis semanas, en las que, como fase final, bebes por seis días solamente líquidos. ?Este tipo de limpia también reactiva tu metabolismo para devolverle su capacidad de absorber nutrientes y quemar grasa, y te regresa al buen camino de la alimentación saludable?. Esos seis días son precedidos por cuatro semanas de dieta alcalina, lo cual hace que la transición sea progresiva y amigable. Después de la dieta líquida, se incorporan sólidos de nuevo; solamente que ahora que probaste que tu cuerpo puede funcionar perfectamente y sentirte bien al cambiar la forma en la que te alimentas, es probable que pienses dos veces antes de beber otro refresco o comer papas fritas. Una buena opción, aunque requiere de disciplina, es llevar una dieta crudivegana. Hace algún tiempo, ser vegano era una declaración de amor al planeta y una protesta para defender los derechos de los animales. Hoy, todas las mujeres que evitan comer alimentos de origen animal no lo hacen por salvar a las ballenas. Ellas han notado que una dieta crudivegana mantiene bajo su índice de masa corporal y su vientre plano y sin las inflamaciones causadas por el consumo de lácteos. Además, no ingerir todos los químicos, conservadores y grasas saturadas hace que pierdas peso rápidamente. Si decides optar por este tipo de alimentación, Procura ingerir suficientes proteínas vegetales (versa, acelgas, proteínas y brócoli) y leguminosas (lentejas, garbanzos). Si eres de las que prefieren no dejar de comer ningún tipo de alimentos, te recomendamos cuidar la manera en la que mezclas los distintos grupos. Por ejemplo, si combinas cereal y leguminosas se convertirán en proteína pura; mientras que no es recomendable combinar fuentes de proteínas, especialmente, no se deben mezclar legumbres ni semillas entre sí en la misma comida (por ejemplo, garbanzos y lentejas, carne de soya y semillas de sésamo). Mientras menos mezcles, mejor.
TOLERANCIA CERO
Si hay que comparar la carrera por lograr mejores hábitos de alimentación con algún deporte, sería algo así como carrera de obstáculos. Hay tantos componentes que se relacionan con inflamación o intolerancia que podríamos escribir un libro entero al respecto. Cuando comes algo que tu cuerpo no procesa adecuadamente, se producen miniinflamaciones celulares que tardan entre dos y cuatro horas en ceder. Al hablar de inflamación celular, nos referimos a cuando una célula se llena de agua y aumenta su tamaño. Como todas las paredes de nuestros intestinos (y el resto de nuestros órganos) están revestidas por miles de células, éstas, al inflamarse todas al mismo tiempo, provocan el deterioro de nuestra capacidad de absorber los nutrientes en los alimentos. ?Es justo así que aparece la sensación de hambre permanente y cuando surge la ansiedad. Porque aunque lleves una alimentación balanceada y alcalina, si hay células inflamadas por intolerancias alimenticias no identificadas aún, la sensación de hambre persistirá, pues los nutrientes no se absorben?, afirma Lima. Probablemente, la intolerancia más conocida es a la lactosa. ?Los seres humanos no necesitamos beber leche de vaca. Somos el único animal que consume leche después de la lactancia y lo único que le aporta es la producción de mucosa, algo que entorpece la absorción de nutrientes?, explica el doctor Erick Estrada, biólogo de la UNAM, maestro en Ciencias por la Universidad de Chapingo y doctor en Antropología por la UNAM. Aconseja sustituir los lácteos por hortalizas como lechuga, col, brócoli y semillas diversas. Por su parte, Lima coincide: ?La leche materna es una fórmula que produce el cuerpo de las madres para alimentar, y al sustituirla por leche de vaca, nuestro cuerpo no tiene la capacidad de digerirla porque no está diseñado para ello?. Si te preocupa tu fuente de calcio, busca equivalencias. Una cucharada de ajonjolí tiene más calcio que un vaso de leche de vaca. También las espinacas, col rizada, brócoli, alga espirulina y el kale, entre otros. Además, te sorprenderá saber que más de 90 por ciento de la gente presenta intolerancia a la fructuosa. Para algo tan común, Lima aconseja evitar los alimentos con altos índices glicémicos (como sandía, melón, dátiles, plátanos o mangos). ?Pero no es para siempre, una intolerancia no dura más de seis meses?, asegura Lima. El mejor consejo para evitar desarrollar intolerancias es rotar continuamente los alimentos. Por ejemplo, si comes huevo muy seguido y por mucho tiempo, lo más probable es que tu cuerpo necesite una pausa. Pero apaguen sus focos de alarma, este problema tiene varias soluciones, pero la más importante es que seas consciente de tu deficiencia y no se te cierre el mundo por ello, siempre hay sustitutos. Por ejemplo, una cucharada de semillas de linaza en agua o un puré hecho con medio plátano maduro equivale a un huevo. Siempre prefiere lo natural y orgánico, al estar libres de químicos y pesticidas tu cuerpo lo agradecerá. ?Lo más importante es leer las etiquetas de los alimentos. Hay muchos enemigos, como el azúcar, escondidos bajo diferentes nombres?, aconseja Lima. Tiene razón, hay que saber lo que ponemos en nuestra boca para evitar lo que nos daña. Líquidos VS. Sólidos La mayoría de las dietas detox ?iZO Cleanze (izocleanze.com) y Martha?s Vineyard Diet Detox (mvdietdetox.com), Clean (cleanprogram.com), por ejemplo? implican un régimen poco controlado a base de jugos de frutas y vegetales estandarizado. Otros, como la Master Cleanse, son más astringentes. Pero hay una constante: no vas a masticar mucho, ya que los mejores planes detoxificantes no permiten alimentos sólidos. ¿Por qué? Una persona promedio no puede comerse medio kilo de zanahorias, pero puede tomar el equivalente en jugo y consumir más nutrientes de los que podría con un cuchillo y tenedor; pero no te apresures a comprar un galón de jugo de naranja al supermercado. Tampoco salgas corriendo por un extractor de jugos, pues no es el hecho de eliminar los sólidos de tu dieta lo que te ayuda, sino la combinación adecuada de nutrientes sin proteínas animales y en las dosis que requiere tu organismo. Además es muy sabido: privar de alimento a tu cuerpo por largos periodos de tiempo alerta a tu organismo para entrar en el modo ?guardar? y sólo acumularás grasa.
Muchos remedios para desintoxicar sin receta médica aseguran limpiar el colon, pero contienen ingredientes herbales cuya seguridad aún no ha sido evaluada. Como es complicado saber qué tantos de estos ingredientes estás ingiriendo, estos productos pueden mandarte corriendo al baño. Por eso es importante entrarle a uno de esos programas con la asesoría de un profesional de la salud. Además, una dieta tan estricta es difícil de mantener. Si no tienes los nutrientes que necesitas, tu cuerpo comenzará a pedirlos con desesperación y puede provocar una crisis. Lo ideal es encontrar un balance, no obsesionarse, cuidar la salud y mantenerse en movimiento.
TIPS PARA MEJORAR TU DIGESTIÓN
? Aumenta tu ingesta de vegetales crucíferos: espinaca, acelga, kale, espárragos, alcachofas y brócoli. ? Bebe al menos dos litros de agua (esto no incluye café ni té) para hidratar y promover la eliminación de toxinas.
? Come porciones pequeñas varias veces al día (al menos cinco), esto promueve que se metabolicen mejor los carbohidratos (se pro ducemenos insulina).Además,asímantienes estable el nivel de azúcar en la sangre, lo cual resulta en niveles de energía sostenidos.
? evita comer en las horas que tu hígado lleva a cabo la detoxificación, entre 1 y 3 a.m. La última comida debe ser, preferible mente, antes de las ocho de la noche. ?Toma líquidos 20 minutos antes y despuésde comer, pero no durante la comida.
? mantente alejada de la cafeína, pues es timula la producción de cortisol en tu cuerpo que se traduce, entre otras cosas, en la producción de grasa abdominal. ? Toma probióticos, pues mantienen el balance de las bacterias en tu tracto intestinal, y enzimas digestivas sin glucosa.
SUPERALIMENTOS
Siempre han existido algunos alimentos más nutritivos que otros. Los denominados ?superalimentos? simplemente contienen con más intensidad elementos que nos nutren mejor. Lo único que hay que mantener en mente es que no son mágicos y funcionan como complemento a una dieta balanceada.
Goji. Es una baya originaria de China y los Himalaya, y es una fuente de vitamina B, B1, B6, betacaroteno, vitamina C, ácidos grasos esenciales y 21 minerales.
Açai. Junto con el camu camu, también fruto proveniente de Centro y Sudamérica, son las bayas con el mayor contenido de antioxidantes.
Alga espirulina. Su contenido proteico es de hasta 70 por ciento, además tiene más betacaroteno que las zanahorias. Es rica en minerales, clorofila y vitaminas B y E.
Chía. Además de aportar el doble de proteína que los frijoles, el triple de antioxidantes que los arándanos, siete veces más vitamina C que las naranjas y seis veces más calcio que la leche, las semillas de chía son ricas en ácidos grasos Omega 3, que son esenciales para estimular las funciones cerebrales.
CON UN POCO DE AYUDA DE MIS AMIGOS DIGITALES
Algunos dicen que mientras más sabes, mejor la pasas. En esta era digital, donde avalanchas de información están a un clic de distancia, puedes tener un control detallado de tu vida, para así poder tomar el control de esas áreas descuidadas. Las más populares bandas y apps que llevan un registro de tus patrones de movimiento y alimentación, para motivarte a ser más activo, comer mejor y ejercitarte. Fitbit flex: dispositivo que registra tus patrones de sueño, calorías quemadas y pasos dados durante el día.
Jawbone UP: una delgada banda que sabrá los pasos que das, la distancia que recorres y las calorías que quemas. Algo motivante es que vibra cuando estás demasiado tiempo en reposo. ¿Necesitas más motivación para probarla? Se ha visto a Gwyneth usando una? NikeFuel: mide las calorías que quemas al medir los pasos que das durante el día. Pierde precisión si practicas otra actividad como yoga, bicicleta o pilates. MyFitnessPal: sí, es una app para contar calorías, pero también te ayuda a fijar objetivos específicos que te llevarán a cumplir tu meta de perder peso. Te recordará si estás repitiendo el mismo tipo de alimentos o ejercicios muy seguido, para que rotes. Además, la enorme comunidad online te animará a seguir cuando te sientas con pocos ánimos.
COME ESTO Y NO AQUELLO
NO productos fat free y sugar free. Generalmente, cuando un producto es ?libre de grasa?, tiene más azúcar. Y nuestro cuerpo no procesa los endulzantes artificiales. Entonces, no solamente esos endulzantes se convierten en grasa, sino que también tu cuerpo es incapaz de transformarlos en energía y se quedan almacenados en células adiposas. Prefiere: productos orgánicos, libres de hormonas y los endulzantes naturales como jarabe de agave o stevia.
NO harinas refinadas. Además de su alto contenido calórico y glicémico (se metaboliza como azúcar = grasa), tu cuerpo simplemente no las necesita. Prefiere: harina de quinoa, tortillas de maíz o nopal.
NO alimentos fritos u horneados en microondas. Con el calor, la estructura molecular de la comida cambia y, además de engordar, las grasas trans son carcinógenas. Prefiere: alimentos crudos o cocinados al vapor. Usa solamente aceite de coco para cocinar comida caliente, es el único que no cambia de estructura con el calor.
NO lácteos de vaca. Además de no aportar muchos nutrientes (una cucharadita de ajonjolí tiene más calcio que la leche pasteurizada), promueven la producción de mucosa interna y producen inflamación celular. Prefiere: leche de almendra, arroz, hemp o avena en sus versiones sin endulzar.
NO azúcares refinadas. Sin contar el riesgo de diabetes y el hecho de que provocan ansiedad, el organismo metaboliza el azúcar como triglicéridos, lo que entorpece la asimilación de proteínas, una repercusión directa en el deterioro no solamente de tu salud general, sino también de la de tu piel (arrugas y celulitis). Prefiere: stevia, jarabe de agave o aprende a disfrutar del sabor natural de los alimentos.
NO embutidos. Cuando un animal es sacrificado, la putrefacción comienza a los 20 minutos; para que esa carne tenga buen sabor, se le agrega una gran cantidad dequímicos, sal y grasas. Prefiere: pescados frescos y libres de hormonas.
NO sal yodatada. Prefiere: sal de mar en pocas cantidades o sal rosa del Himalaya.