Identifica las costumbres que podrían estar arruinando tu rutina de belleza.
Los malos hábitos que no te permiten recibir el nuevo día de la mejor manera y con buen semblante. ¡Toma nota de ellos!
1. Dormir con el pelo suelto. ¡Evítalo! Además de despertar con un peinado completamente desaliñado, el contacto constante del pelo con la cara puede tapar tus poros y producir brotes de acné. Lo más recomendable es dormir con una trenza floja.
2. Darte una larga ducha de agua caliente. Sabemos que un baño caliente después de un largo día de trabajo puede ser algo ultra reconfortante. Sin embargo, el vapor y las altas temperaturas pueden secar y desbalancear la piel. ¿La cura? Limitar tu ducha a diez minutos o menos.
3. Beber alcohol antes de dormir. ¿Crees que una copa de vino te ayudará a conciliar mejor el sueño? Puede que sí, pero podría estar dañando tu rostro. Un estudio publicado por la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research, mostró que la piel puede volverse más flácida, ya que el alcohol aumenta el nivel de agentes inflamatorios en la sangre.
4. No cambias con regularidad tu funda de almohada. Suciedad, maquillaje, polvo y demás partículas se acumulan donde descansa tu cabeza y tu cara. Nosotros te aconsejamos cambiarlas una vez por semana.
5. Irte a la cama sin lavar la cara. En lugar de usar simplemente tu desmaquillante, trata una doble limpieza con un jabón en espuma para remover toda la suciedad y la grasa que se acumuló en tu piel durante el día.
6. Hablar por celular justo antes de acostarte. Seguro no estás considerando la cantidad de bacterias que estás transmitiendo desde tu teléfono a tu rostro recién limpio.
7. La forma en la que duermes. Si acostumbras dormir boca abajo, te invitamos a reconsiderarlo y cambiar de posición. La doctora Antonia Banda, de la Clínica Menorca en España, explica que "dormir boca abajo propicia la aparición de ojeras" pues toda la mucosa y líquidos se acumulan y la zona se oscurece. También evitarás la líneas de expresión y arrugas prematuras.