Nuestra corresponsal en París asistió a la Semana de la Moda primavera-verano 2020 en la capital francesa (así como una visita express a Milán) para compartirnos sus momentos favoritos durante el evento bianual más importante de la industria de la moda. Así es como vivió Paris & Milan Fashion Week SS20.
Por Georgina Hernández Villa
Colección favorita: Loewe
Fue como si Las Meninas de Velázquez, o cualquier otra pintura con temática aristocrática-española del siglo XVI cobraran vida dentro de las instalaciones de la Maison de l’UNESCO ubicadas en el distrito VII de París. Jonathan W. Anderson, Director Creativo, rindió homenaje al legado español de la marca a través de encajes, delicados bordados, vestidos con caderas rectas y un trabajo artesanal extraordinario.
Fueron los accesorios totalmente ajenos a esta corriente como botas amarillas y lentes deportivos los que, sin duda, la hicieron diferente a cualquier otra propuesta de estilismo, dando como resultado una colección que fusiona a la perfección lo etéreo y femenino con tintes sensuales y futuristas.
El show de Gucci
Alessandro Michele, Director Creativo, se apartó ligeramente de la personalidad quirky-maximalista que ha caracterizado cada una de sus colecciones desde su debut en la firma italiana, añadiendo un boost de sensualidad a través de transparencias, escotes, chokers, opera gloves, encajes y piezas entalladas. Sin embargo, una colección no causa el mismo impacto sin un mensaje detrás que la sustente, y por ello, Michele planteó la moda como una forma de escape a las normas de la sociedad que limitan, restringen y controlan nuestra individualidad, abriendo el desfile con una fila de modelos parados sobre un pasillo mecánico, portando ropa utilitaria en looks monocromáticos y camisas de fuerza. ¿Controversial? Siempre. ¡Pero es por eso que nos encanta!

El de venue de Chanel
El rooftop de la tienda de sombreros que Coco Chanel inauguró en 1910 sobre Rue Cambon (y en general la estética de los icónicos techos parisinos), fueron la fuente de inspiración de Virginie Viard para presentar su primera entrega de primavera-verano tras el fallecimiento de Karl Lagerfeld (a.k.a mi primer desfile de Chanel *tears of joy*). En esta ocasión, el Grand Palais se convirtió en el escenario ideal para crear una atmósfera inspirada en la “Nouvelle Vague”, que además de ser una de mis corrientes de cine favoritas, compaginó a la perfección con los looks que las modelos portaron mientras desfilaban entre los desniveles del set.
El showroom de Longchamp
Algo que podría disfrutar más que un desfile, es visitar el showroom de un diseñador ya sea durante un press day, o un re-see (presentación de la colección después del desfile), pues se trata de una experiencia mucho más personal a través de la cual puedes acercarte a la ropa y apreciar hasta los detalles más minúsculos de la misma, así como conocer la historia, concepto e inspiración detrás de cada pieza.
En esta ocasión, tuve la oportunidad de conocer el showroom de Longchamp (ubicado en rue de Chevalier de Saint-George) y apreciar con detenimiento las piezas que Sophie Delafontaine, Directora Creativa, presentó durante New York Fashion Week. Entre mis highlights, se encuentra la mezcla de materiales como el icónico suede, ahora con detalles en nylon y la fusión setentera, femenina y deportiva que predominó en gran parte de la colección (hola, boxing shoes). Pero fue la clásica bolsa Le Pliage en su versión más mini la que se llevó mi corazón por completo.
