El Met gala de este año, como siempre, fue uno de los mejores escenarios para vestidos de alfombra roja debido a su temática de camp y uno de los más memorables fue el vestido de Kim Kardashian, quien se atrevió a desafiar con toda lógica luciendo un vestido de ensueño de Mugler el cual provocó que su cintura se viera imposiblemente pequeña.
EL VESTIDO DE KIM
El vestido fue hecho a la medida exacta para ella, se tardaron ocho meses en realizarlo y éste fue la primera creación que el diseñador hizo para la Casa de Mugler en 20 años, no es gran cosa.
El vestuario presentaba un corsé de látex y cristales de cuentas que colgaban de su cuerpo para simular unas gotas de agua. En ese momento, le dijo a un medio en US «Me imaginó a esta chica de California saliendo recién del océano, mojada, goteando».
Sin embargo, el vestido cuenta con un detalle extra pequeño que Kim decidió cambiar en el último minuto por la tranquilidad de su esposo Kanye West: los pezones.
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LA REACCIÓN DE KANYE WEST
En The Real, el esposo de Kim explicó que las creencias cristianas con las que Kanye profesa, provocaron una pequeñas discusión entre ellos por la sensualidad con la que el vestido contaba:
«Bueno, el vestido inicialmente, debido a la apariencia que tenía de estar mojado al salir del agua, tenía pezones unidos».
«Creo que con la modificación no lo sé, no estoy seguro de si realmente pusimos esa parte en discusión en esa pelea. Entonces, yo estaba completamente segura de que no quería ver eso en el vestido y ya se lo había mencionado varias veces. Sin embargo, eso seguía estando ahí, así que tuvimos esa discusión una vez más”.
Además, Kim agregó: “Él es mi esposo, así que obviamente quiero respetarlo y respetar lo que piensa y siente. Y ha estado pasando por todo este cambio de vida, y, además, se trata principalmente de los niños.»
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