El orden de los cosméticos sí altera el producto (y el resultado).
Podrás gastar grandes cantidades de dinero en productos para el cuidado de la piel y el antienvejecimiento, pero si los aplicas de manera incorrecta, te podemos asegurar que los resultados no serán tan efectivos.
¡Ya no más errores! La cosmetóloga Renée Rouleau revela el orden preciso para aprovechar al máximo los beneficios de tu crema, suero, loción….
La regla es muy sencilla: tus productos los debes de ir aplicando de acuerdo a su densidad. Siempre debes de comenzar con lo más ligero y después seguir con lo más espeso.
1. Limpia.
Si tu piel es grasa o con tendencia al acné, usa un producto limpiador. Nosotros te recomendamos las espumas pues son menos abrasivas. Si tu piel es seca o sensible, te aconsejamos solamente enjuagarte la cara varias veces con agua fría.
2. Tónico.
Después de limpiarla, aplica unas gotas de tónico sobre un algodón y presiónalo sobre tu cara, no lo frotes. "Ayuda a quitar de la cara los residuos que solemos encontrar en el agua de grifo, tales como el cloro, sales y minerales", explica Rouleau.
3. Suero.
Este producto debe aplicarse mientras tu cara aún está humeda para sellar la hidratación. "Busca los ingredientes que son benéficos para tu piel, como el té blanco para calmar el enrojecimiento, ácido hialurónico para hidratar y vitamina C para conseguir un brillo natural".
4. Crema humectante.
Para conseguir mejores resultados, colócala con la yema de tus dedos mediante golpes suaves. Esto activará la circulación de tu cara.
5. Crema de ojos.
La mayoría de estas cremas son muy espesas. Utiliza la técnica anterior y aplícala por debajo y encima de los párpados. "Suavizarán las líneas de expresión" menciona Renée.
6. Bloqueador.
"El úlimo paso que nunca debe saltarse". Usa una gran cantidad de bloqueador sobre tu cara y cuello para que funcione como una barrera contra los rayos dañinos del sol.
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