No, no es un chiste: para vivir una vida más sana, larga y serena la risa debe ser un imprescindible en tu día a día.
El humor mejora la comunicación, la creatividad, la productividad en el trabajo y fortalece las relaciones, al aumentar la confianza en uno mismo. De hecho, reírse de uno mismo es sumamente beneficioso.
Primero que nada nos ayuda a evitar ahogarnos en un vaso de agua y a reaccionar de forma negativa, o sea hacer grandes dramas por cosas realmente sin importancia, al ayudarnos a tomar distancia del detonador de estrés y a apreciar el panorama general de la situación.
En segunda, nos ayuda a encontrar soluciones más prácticas y sencillas, al ayudarnos a pensar con mayor claridad, contribuyendo a la eliminación de los prejuicios.
Finalmente, todos tenemos preocupaciones cotidianas, pero una sesión de 10 a 15 minutos hacen que todo el peso extra desaparezca, así como contribuye al aumento de la frecuencia cardíaca, ayudando a quemar (casi) 40 calorías, ¡nada como la risa para la salud!
Hablando de salud, la risa aumenta los niveles de endorfinas, moléculas neurotransmisoras involucradas en la química de la felicidad, por lo que alivia el estrés y fortalece el sistema inmunológico: el nivel de hormonas del estrés disminuye, lo que lleva a un mejor funcionamiento de las células inmunes.
Además, la risa promueve el intercambio de oxígeno / dióxido de carbono y despeja las vías respiratorias. Al mismo tiempo protege contra enfermedades cardíacas, al prevenir la acumulación de grasa y colesterol en las arterias coronarias, esto debido que al reírnos se dilatan los vasos sanguíneos y la circulación mejora.
En los tiempos difíciles, la risa es una excelente terapia. A los niños les ayuda a lidiar con el dolor e incluso sobrellevar mejor ciertos procedimientos médicos, desde una enfermedad grave como el cáncer, pasando por una cirugía, hasta una simple inyección o visita al dentista; no por nada existen los doctores payaso.
También, poder reírse de uno mismo nos ayuda a distanciarnos de nuestros propios miedos, defectos e inseguridades, y poder identificarlos y trabajar en ellos, para poder evolucionar.
La risa nos libera de todo lo que se “atasca” en nosotros; por eso, a las personas con problemas de ansiedad y depresión se les recomienda forzarse a sonreír y a hacer actividades que los hagan reír o sonreír.
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Por: Laura Tejada Meza / Foto: Archivo