La activista paquistaní de 16 años sobrevivió a un atentado que por poco le arrebata la vida. Sin embargo, no se ha dado por vencida y continúa luchando por la educación femenina en su país.
1. Nace una esperanza. Originaria de una de las naciones más prohibitivas del mundo, Malala Yousafzai nació el 12 de julio de 1997 en Mingora, pueblo ubicado en el Valle de Swat, al noroeste de Pakistán, donde el régimen talibán ha tratado de impedir la escolarización de miles de niñas desde 2007. Educada por su padre, Ziauddin, poeta, activista y fundador de la escuela pública Khushal, la pequeña pasaba todas las noches discutiendo sobre política con él. La primera vez que Malala atrajo los reflectores fue en septiembre de 2008, a los 11 años, cuando su padre la presentó con los integrantes del club de prensa de Peshawar. Ante los medios de la región pronunció un poderoso discurso en el que alzaba la voz por las niñas de su país diciendo: ?¿Cómo se atreven los talibanes a quitarme mi derecho básico a la educación??.
2. Tecnología a favor. A raíz de ese suceso, la cadena de noticias BBC Urdu reclutó a Malala para comenzar un blog bajo el seudónimo de Gul Makai (flor de maíz), en el que contaría su día a día en una época alarmante para las mujeres del Valle, pues los militantes talibanes, liderados por Maulana Fazlullah, habían censurado la televisión, la música, la educación femenina y el derecho de las mujeres a ir de compras. Así, sin importar el riesgo que implicaba en su vida, la adolescente musulmana comenzó a redactar a mano sus primeras entradas, las cuales fueron escaneadas y publicadas a partir del 3 de enero de 2009. De esta forma narró los horrores de la Primera Batalla de Swat: las operaciones militares, la destrucción y clausura de las escuelas para niñas y el estruendo constante de las armas de fuego. Su diario virtual terminó al cabo de tres meses cuando se llegó a un supuesto convenio de paz.
3. Una voz incómoda. Al poco tiempo, Malala aceptó la propuesta del reportero Adam B. Ellick, de The New York Times, para protagonizar un documental; proyecto que coincidió con el desalojo y evacuación de su pueblo durante la Segunda Batalla de Swat, por lo que debió separarse de su familia. Fue durante esos meses que su padre recibió una amenaza de muerte por parte de los talibanes; situación que inspiró a la joven a declarar por primera vez que perseguiría una carrera política. Inmediatamente comenzó a realizar sus primeras apariciones en televisión, entrevistas de radio y para medios impresos, como el Toronto Star. Asimismo, su identidad del blog fue revelada y se reunió con personajes como Richard Holbrooke y Desmond Tutu. Recibió reconocimientos como el National Youth Peace Prize, se bautizaron escuelas con su nombre y se creó la Fundación Malala para la Educación.
4. Entre la vida y la muerte. Al ser cada día más reconocida, los peligros que la rodeaban se volvieron más inminentes. El 9 de octubre de 2012, durante su trayecto a casa, sicarios talibanes tomaron el autobús donde viajaba, gritando: ?¿Quién de ustedes es Malala? Hablen o las matamos a todas?. Después de identificar a la joven abrieron fuego y una bala atravesó su cráneo, cuello y hombro, dejándola gravemente herida, pero aún respirando. Fue trasladada al hospital militar de Peshawar, donde los doctores lucharon por controlar la inflamación de su cerebro. Después de una operación de tres horas, la bala fue removida y se estabilizó su condición. Recibió ofertas de todo el mundo para su tratamiento de recuperación, el cual se realizó finalmente en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham, en Reino Unido. Malala logró salir del estado de coma el 17 de octubre de 2012.
5. Guerrera incansable. El atentado recibió cobertura internacional y provocó que el tema de la educación femenina en Medio Oriente cobrara una relevancia inusitada.
Desde líderes mundiales, como Barack Obama, Hillary Clinton y el secretario de la ONU, Ban Ki-moon, hasta celebridades, como Madonna y Angelina Jolie, reprobaron el acto cobarde y se pronunciaron a favor de la causa de Malala. El 12 de julio de 2013, en su cumpleaños número 16, la joven habló ante las Naciones Unidas para demandar el acceso global a la educación.
Se trató de su primer discurso público desde el ataque. Después de una ovación de pie, Ban Ki-moon la describió como una heroína y proclamó ?El Día de Malala?. El 6 de septiembre de 2013 se convirtió en la primera paquistaní en recibir el International Children?s Peace Prize y en diciembre sabremos si logra ser galardonada con el Premio Nobel de la Paz.