De igual manera, la cantante y su ex esposo llegan a nuevos acuerdos sobre la custodia sobre su hijo.
La ardua batalla legal que ha enfrentado a Paulina Rubio con Nicolás Vallejo-Nágera, también conocido como "Colate", desde su separación en 2012 ha llegado a su fin este martes en los juzgados de Miami, donde el ex matrimonio ha firmado su divorcio tras llegar a un nuevo acuerdo sobre las condiciones que debe cumplir el empresario español durante los periodos de tiempo en que le corresponda disfrutar de su hijo de 3 años, Andrea Nicolás.
Los dos grandes cambios que se han producido en el plan de custodia con respecto al que se presentó ante la corte hace 18 meses consisten en que, una vez que Andrea Nicolás cumpla 5 años, su padre ya no se verá obligado a contratar los servicios de una niñera las 24 horas del día cuando esté con su hijo.
Además, una vez que ‘Nico’ cumpla 12 años desaparecerá el límite de diez horas al que actualmente tienen que limitarse sus viajes, una medida que según Colate dificultaba enormemente que el niño viajara a España para visitar a su familia paterna. Otro cambio significativo en este aspecto es que el empresario español podrá viajar en solitario a partir de ahora en avión, algo que no podía hacer con anterioridad ya que el juez dictaminó que una cuidadora de Nico debería acompañarles durante todo el trayecto.
Por su parte, el representante legal de Paulina -quien en la actualidad mantiene un romance con Gerardo Bazúa– ha hablado en su nombre asegurando que su máxima prioridad consiste ahora en centrarse en su labor de madre y en su carrera profesional.
"Nadie gana en estos casos. Se ha empleado mucho tiempo y mucho dinero innecesariamente. Paulina está complacida de que el caso haya terminado ya para poder seguir con su vida dedicándose a su carrera y a sus fans, y no perder más tiempo en una cosa como esta, que desde un principio no fue más que una farsa sin fundamento", aseguró Luis Padrón, abogado de Paulina.