Por Úrsula Müller @ursulasintabues
La masturbación femenina puede resultar todavía un tema un poco tabú, pero hay que quitarle prejuicios al asunto, que esta práctica además de ser muy común, solo aporta beneficios.
Masturbarse es la mejor manera de conocer que puntos te ponen a mil, que es lo que te gusta y que no. Conocer bien tu cuerpo antes de que otros lo visiten te empodera y te sitúa en lo que eres, dueña de tu placer, te convierte en guía experta de tu cuerpo.
Durante muchos años, la sexualidad femenina ha sido reprimida y castigada socialmente, no es raro que exista desconocimiento sobre este tema. Si el placer femenino era tabú, no digamos la masturbación femenina, en la que no es necesaria la participación de otra persona. Es por esto, que es importante difundir el tema y así llenar el vacío de la desinformación.
Darse amor propio no es malo, es necesario…
¿Cómo empiezo?
Apaga el piloto automático, respira y relájate. Ve a un lugar en el que te sientas cómoda, donde no tengas interrupciones.
Olvídate de…
Prejuicios, pensamientos negativos, ¡no te juzgues! recuerda que no estás haciendo nada malo, no le prestes atención a si estás con la regla, si no, desconéctate, al final estás con la única persona que importa, tú.
Ya me he relajado, y desconectado ¿ahora qué?
Saca tu instinto explorador, toca y explora donde sientas más placer, experimenta con movimientos y ritmos; conéctate contigo misma, con tu respiración, ve por todo tu cuerpo, poco a poco irás identificando tus zonas erógenas, esas donde sientes mayor placer y excitación.
Una vez que aprendas cómo llegar al orgasmo, será mucho más fácil guiar a tu pareja para alcanzar una mejor vida sexual.
A continuación describiré algunas técnicas imprescindibles que debes investigar a la hora de explorar tus zonas erógenas:
1. Caricias largas, lentas, fuertes o suaves:
Usando uno o más dedos, ve recorriendo la vagina y el clítoris, escucha tu cuerpo para sentir cuáles son las áreas que proporcionan más placer, así como si prefieres los movimientos rápidos, lentos, con más o menos presión.
2. Chorro de la ducha
¿No lo has utilizado? no sabes lo que te estás perdiendo. Acerca el chorro del grifo a tu clítoris, si bien es una técnica sin manos, genera una sensación muy placentera, puedes alternar con los dedos o la penetración.
3. Meditación orgásmica
¡Sí has leído bien! A diferencia de otros tipos de meditación no te centras en la respiración sino en las sensaciones del clítoris y del resto en el momento presente. Puedes hacerlo tanto sola o que alguien más te masaje. El objetivo no es llegar al orgasmo, sino sentir las sensaciones que ocurren en el momento.
4. Sobre la almohada
Otra técnica que a lo mejor puede parecer una situación extraña, es simular que tienes sexo con la almohada, esto puede provocarte sensaciones realmente placenteras.
5. Sex toys
¡Actualmente encuentras en el mercado todo lo que puedas imaginar! Seguro que entre todos los juguetes, hay uno perfecto para ti.
¿Has tomado nota? No hay excusas para darle rienda suelta a la pasión. Recuerda que el hermoso recorrido llamado «masturbación» tiene como objetivo que disfrutes del autoconocimiento, que descubras qué te gusta y qué no, ¡benefíciate de darte amorcito cuando quieras!