Somos más de 3 mil millones de mujeres en el mundo, de las cuales más de una entre cada dos viven en Asia. Por lo que trazar un claro estatuto de la situación de la mujer en Asia parece ser misión imposible; sin embargo, la escritora y periodista Anne Garrigue asumió esta tarea titánica, analizando este tema desde Nepal hasta Japón, pasando, por supuesto, por los colosos India y China. Con ello nos responde: Ser mujer en Asia, ¿fácil o difícil?
1. Nacimientos:
En China, India y Vietnam, entre otros, el nacimiento de una niña sigue siendo percibido como “cultivar el campo del vecino”, en otras palabras una carga económica muy pesada por el precio que representa el matrimonio. Por tanto, este ha sido durante mucho tiempo motivo (no justificable) para la selección prenatal, lo que ha causado que hoy haya un déficit de 117 millones de niñas en todo el continente. La única excepción es Corea del Sur, donde gracias a las campañas y medidas gubernamentales se ha logrado un cambio de mentalidades para restablecer el equilibrio.
Este problema de natalidad afecta a los países amenazando su supervivencia. Un ejemplo de esto es China, el coloso de Oriente, es uno de los países más influyentes del planeta, pero a pesar de su poder, se ve amenazado de no cumplir con sus objetivos económicos debido a que no hay suficientes nacimientos particularmente de niñas.
La política del “hijo único” se introdujo en 1979, lo que obligaba a la población china a no tener más de un hijo, excepto en ciertos casos de familias rurales donde se necesitaran más manos de trabajo. Esta política, altamente controversial, inducía a abortos obligatorios y hasta esterilización de mujeres, todo para limitar el aumento de la población china.
Pero hoy, su población está envejeciendo: se espera que el número de personas mayores de 60 años alcance los 400 millones a fines de 2035, lo que representará una mayor presión sobre los sistemas de salud y de pensiones del país. Por ello, esta política se “flexibilizó” el 29 de octubre de 2015 permitiendo dos hijos, sobre todo en aquellas familias donde no hubiese mujeres. En efecto, puesto que sólo estaba permitido tener un solo hijo, las familias tendían a sacrificar a las niñas y conservar únicamente a los varones, preferidos socialmente. ¿El resultado? ¡No hay mujeres! Y, en un país donde la soltería no es muy bien vista, han habido casos de robo de mujeres sobre todo en zonas rurales.
También, los nacimientos no sólo dependen de un permiso gubernamental o de si hay o no suficientes mujeres, sino que además como el costo del alojamiento y de la educación son factores que afectan el día a día a las parejas, disuadiendo a más del 53% a tener más de uno . Estos, aunados a la disminución de los matrimonios y el aumento de los divorcios en los últimos 14 años, son causa del declive de la fertilidad.
2. Educación:
Es en éste donde las niñas tienen mayor ventaja de número, pero no sin encontrar trabas en ciertos países. En Bangladesh e Indonesia, más del 90% de las niñas son escolarizadas. En algunos países, como China y Mongolia, las niñas superan en número a los niños, especialmente en la universidad; lo que debería de ser un orgullo para las autoridades es un problema, al punto que las autoridades chinas desde el 2005 han establecido cuotas informales para el acceso a ciertas ramas universitarias.
3 Economía:
Por otro lado, el mundo del trabajo aún no refleja el progreso realizado en educación (en cuanto a número representativo). Tailandia tiene el récord mundial de mujeres empresarias, según el informe de Grant Thornton International, al contrario de Corea del Sur y Japón quienes sólo cuentan con 2% de mujeres en puestos de alto rango. Esto sin mencionar que, en general, las asiáticas ganan en promedio entre 70% y 80% de los salarios que perciben los hombres por un mismo puesto.
La pobreza y la falta de oportunidades siempre han sido un detonante para la emigración. Las mujeres asiáticas representan más de la mitad de los migrantes del mundo, siendo más numerosas cada año respecto a los hombres.
También en ciertos casos los profesionistas, y más particularmente las mujeres, son sometidas a paradigmas sociales que les impiden o restringen sus libertades en el mundo labora. Uno de los ejemplos más recientes, y un tanto absurdo, fue el caso de una periodista Surcoreana. En cualquier sociedad en el mundo se encuentran reglas implícitas impuestas y/o aceptadas por la población, a veces con justa razón y otras totalmente injustas. Afortunadamente, respecto a estas últimas, siempre hay valientes que osan transgredir las reglas sin sentido, y más aún sexistas. Este es el caso de la presentadora surcoreana Lim Hyeon-ju.
Lim Hyeon-ju, presentadora del noticiero de la mañana de MBC News Today, una de las tres cadenas coreanas de noticias más grandes, ha causado revuelo en redes sociales. Siendo los lentes de contacto demasiado agotadores para sus ojos, la presentadora decidió usar lentes de vista durante su presentación en vivo. Gracias a este simple gesto, en apariencia y más allá de su confort personal, envió un mensaje a todo el país.
Sonará irrisorio, pero en Corea del Sur existe una regla implícita en la que las mujeres no deben de usar anteojos en el lugar de trabajo, sobre todo como presentadora de televisión, restricción que no aplica a los hombres.
Para explicar (pero sin justificar) esto hay que considerar que el mundo laboral coreano le da mucha importancia a la apariencia, a tal grado que, además de que la foto en el CV es obligatoria, hay jóvenes que recurren a la cirugía estética para intentar tener más suerte en su búsqueda de trabajo (la cirugía más popular es el redondeo de los ojos). Además, la mayoría de las presentadoras y locutoras no son elegidas por sus habilidades como profesionistas, sino por sus bellos rostros y voces. Literalmente, son elegidas para verse y sonar bien, y eso es todo. Tienen una imagen muy específica a proyectar, por lo que los anteojos no forman parte de ésta.
4. Política:
Es el único ámbito en el que les va mejor que al promedio mundial, considerando que muchas potencias mundiales como Francia y Estados Unidos nunca han tenido mujeres presidente. Además, de que ganaron el derecho de voto y de ser votadas antes que muchos otros países; por ejemplo, Mongolia (1924) y Sri Lanka (1931), en contraste con Suiza (1971) y México (1953). Sin embargo, las mujeres políticas en Asia son a menudo figuras carismáticas, aunque miembros de dinastías reinantes, como Benazir Bhutto en Pakistán, Hasina Wajed en Bangladesh, Megawati Sukarnoputri en Indonesia, Aung San Suu Kyi en Birmania y Yingluck Shinawatra en Tailandia.