Un nadador profesional asegura que el pequeño George tiene las habilidades necesarias para convertirse en un medallista olímpico.
Aunque sus padres reconocían que la hora del baño siempre se convertía siempre en un martirio para el pequeño príncipe George, quien cumplió hace unos días su primer año de vida, la duquesa de Cambridge ha dejado claro ahora que su primogénito ha logrado finalmente superar su aversión al agua gracias a unas efectivas clases de natación.
"Coincidí con Kate Middleton en las instalaciones acuáticas de Commonwealth y lo primero que le pregunté es que si ya había apuntado a su pequeño a clases de natación para empezar a desarrollar su agilidad. Me dijo que sí, que al principio le resultó muy difícil pero que, una vez acostumbrado a la alberca, hacía todo lo posible por no salir porque adoraba el agua", reveló el ex nadador James Hickman al diario Daily Express.
Teniendo en cuenta que el bisnieto de la Reina Isabel II ya ha empezado a desenvolverse alegremente en el agua con la supervisión de su madre, el mismo James Hickman está convencido de que el pequeño sería un candidato ideal para formar parte del equipo de natación de su país en futuras competiciones deportivas.
"Quién sabe, quizá George es el próximo miembro de la familia real en participar en unas Olimpiadas. Sería increíble si lleva esa afición a la natación a nuevos niveles cuando sea mayor", añadió el medallista.
Por el momento, el príncipe William y su esposa, se conforman con poder respirar tranquilos tras la reconciliación entre su hijo y la bañera.
"Espero que mi hijo forme parte de este club algún día y que con el tiempo aprenda a bucear en las profundidades submarinas. Me imagino que, a medida que vaya creciendo, le iremos inculcando el amor que su madre y yo sentimos por esta práctica deportiva.", bromeaba el príncipe durante su primer acto como presidente honorífico del club de buceo del Reino Unido.
Desde que se dio a conocer la noticia de la afición de George a la natación, han circulado imágenes en la que se muestra al principito en las profundidades de una alberca y con un equipo de esnórquel.