La confesión de amor de un viudo que te encogerá el corazón, rescatada gracias al blog Humans of New York…
Muchos creen que el amor es pasajero. Que es imposible permanecer enamorado de la misma persona toda la vida. Incluso en las películas o los libros, todo parte de un amor fugaz, de la pasión. Cada vez nos parece más insólito ver a parejas que enfrentan los obstáculos y permanecen juntos porque el amor merece la pena ser batallado. A la mínima, hoy en día, se dicen adiós, se divorcian y empiezan una nueva historia.
Este hombre perdió a su esposa con la que llevaba 62 años de casado, y su testimonio sobre el amor, rescatado gracias al blog "Humans of New York" se ha hecho viral en apenas unas horas.
"Mi esposa falleció el pasado mes de enero. Habíamos estado casados por 62 años. Me agarras en un momento en el que he estado pensando mucho en el amor porque estoy leyendo los sonetos de Shakespeare. La definición de amor es difícil de alcanzar, y es por eso que escribimos sobre ello sin parar. Ni siquiera Shakespeare podía no hablar de amor. Todas los grandes historias de amor parecen ser sólo sobre la atracción física. Romeo y Julieta no sabían si le gustaban los mismos libros o películas. Sólo fue algo físico. Después de 62 años, se convierte en algo completamente diferente. Mi esposa solía decir: " somos uno." Y créeme, ella no era el tipo de persona que exagera las cosas. Ahora que se ha ido, me doy cuenta de cuánta razón tenía. Así que gran parte de nuestras vidas están conectadas. Éramos súper cariñosos. Pero también compartimos cada ritual de nuestra vida. La extraño cada vez que salgo de una película y no puedo preguntarle su opinión. O cada vez que voy a un restaurante y no puedo darle una probada de mi pollo. Cuando más la extraño es por la noche. Nos solíamos meter en la cama juntos y al mismo tiempo todas las noches."
Con más de un millón de likes en Facebook, miles de compartidos, y otros tantos likes en Instagram, este hombre ha despertado a la audiencia la urgencia de un amor real y construido. Un amor trabajado y basado en los detalles, en el respeto, en compartir. Un amor que duró 62 años y del que no logra sobreponerse porque su esposa era, cómo él dice, parte de sí mismo, era verdaderamente su otra mitad. Ellos eran uno.
Su historia nos deja una reflexión y una cátedra de amor verdadero, algo irónicamente refrescante y apiracional en nuestros tiempos.
Credito de fotos: Humans of New York