De Sofía Castro y Angélica Rivera se dicen y creen muchas cosas, pero prácticamente nadie sabe la verdad. A todos causa fascinación cómo una de las actrices más queridas del público se casó con el Presidente y cómo Sofía, ahora miembro de la familia presidencial, sigue sus pasos en la actuación. Ellas nos dejaron conocer su realdiad, nos abrieron su corazón y nos dejaron ver a una adolescente encantadora con hambre de conquistar al mundo por sí misma y a una Primera Dama que, efectivamente, es una dama, hermosa, fuerte y muy trabajadora.
Cualquiera hubiera pensado, incluyéndome, que el realizar una sesión de portada en Los Pinos sería una experiencia intimidante y llena de solemnidad; sin embargo, esta resultó todo lo contrario. Sofía es una adolescente que contradice todo lo supuesto de esta etapa y también de su situación, pues tiene una madurez y sencillez difíciles de creer, una calidez y alegría que contagian y unos pies tan bien puestos sobre la tierra que sólo pueden indicar un ejemplo de esos que no se pueden fingir y que se hace evidente cuando se conoce de cerca a quien la crio. Angélica Rivera parece ser la tácita confirmación de la frase de otra mujer que conocía bien el tema, Margaret Thatcher, quien alguna vez dijo: ?Ser poderosa es como ser una dama. Si tienes que decirle a la gente que lo eres, no lo eres?. Lo primero que nuestra Primera Dama me pide es que le hable de tú, además de preguntar constantemente si todos comimos, si no nos hace falta algo y si todos están bien entre múltiples llamadas a su celular de sus hijos y su esposo a los que siempre les contesta con cosas como ?para ti jamás estoy ocupada? y preguntas sobre su día y su bienestar, combinadas con frases como ?qué bonita te ves? junto con una mirada amorosa dedicadas a Sofía, la única de sus ahora seis hijos presente y quien posa para nuestra cámara. Cuando le digo ?lo que se hereda no se hurta? por la facilidad que tiene su hija para desenvolverse ante ellas, me comenta ?lo trae desde chiquita, empezó a la misma edad que yo, la diferencia es que yo me iba en taxi a los llamados y ella en camioneta con chofer?, mientras se ríe y me cuenta más anécdotas. Aquí no hay pretensiones, ni desplantes. El ambiente no es solemne, Angélica ha logrado darle un aire hogareño porque, como me dice, una de las primeras cosas de las que prescindió fue de los menús de chefs, a los que cambió por la sopa de pasta y tacos de pollo que muchas veces ella cocina tanto para sus hijos, como para los amigos de sus hijos que aman visitar y quedarse a dormir en su casa.
?Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer? se solía decir, pero vaya que las cosas han cambiado. Ahora más bien tienen una gran mujer que camina al lado y los impulsa. Hoy vivimos la era en que las esposas de mandatarios, reyes y príncipes son figuras importantes por sí mismas, con gran peso y tienen una potente imagen copiada por millones. Rania, Kate, Carla, Letizia, Michelle? todas son figuras fuertes que representan la realidad actual de las mujeres en el poder. México tiene a Angélica Rivera, cuya vida bien podría ser un cuento de hadas con final feliz. La diferencia con cualquier cuento es que aquí la heroína no necesitaba ser rescatada, ella era exitosa por sí misma, gracias a su trabajo antes de conocer a su príncipe, que más bien resultó ser un presidente. Esta historia fue escrita por ella misma quien con tesón, definió su propio destino. El final tampoco fue sinónimo de boda, ésta simplemente marcó un nuevo capítulo en que ella siguió trabajando y cumpliendo metas. En esta historia, Sofía es alguien que desde chica ha salido a trabajar y ganarse un nombre por sí misma. Estas son nuestras protagonistas, mujeres reales y fiel retrato de lo que somos hoy: multifacéticas, luchadoras y con hambre de todo lo que la vida nos puede dar si somos fieles a nosotras y salimos a conquistar la vida.
ANGÉLICA
Hoy día, hablamos mucho de la mujer poderosa. Pero no simplemente por tener un puesto o tener cierto estatus, sino por lo que somos ahora, porque somos dueñas de nuestro destino y futuro, porque trabajamos, triunfamos, tenemos vida personal, nos preocupamos por los otros así como por nosotras mismas, entre otras muchas cosas, siempre viéndonos fabulosas. Tú eres un ejemplo perfecto remontándonos a toda tu historia, lo de esta mujer poderosa que vive dentro de ti desde hace mucho tiempo?
Desde los catorce años empecé a trabajar; a los diecisiete comencé formalmente mi carrera como actriz y siempre estuve muy dedicada a mi trabajo y a mi casa. Después tuve la fortuna de tener a mis tres hijas y más adelante tuve otra fortuna más grande al tener otros tres hijos. Siempre he sido muy mamá, compagino siempre mi trabajo con mis hijos sin olvidarme de lo que los niños necesitan.
Como mujer me siento bien, me siento privilegiada… dicen que el poder es para poder hacer las cosas. Y yo me siento satisfecha y contenta por todo lo que hago ahora que mi esposo me da la oportunidad de trabajar en la asistencia social, algo que se me hace precioso y que hacía también en mi carrera como actriz.
¿Qué hacías entonces para ayudar?
Ayudaba a fundaciones, iba a eventos altruistas, pero no me gustaba decirlo. Como actriz es bonito ayudar porque la gente te quiere ver, quiere estar contigo, y yo pude regalarle a la gente un abrazo, una sonrisa, una buena actitud y ahora que tengo esta gran oportunidad me siento muy contenta y emocionada de poder ayudar a los niños de mi país, a los que estoy abocada ahora. Trabajar en el DIF, en esta institución tan grande que se hace cargo del desarrollo integral de la familia, es algo increíble. Mi proyecto y mi programa es dedicarme a la protección de los niños. Hemos trabajado mucho, se han publicado pocas cosas porque tampoco me gusta ser la protagonista de algo que se hace de corazón, de programas que haces realmente con el alma, destinados a ayudar a los demás. Pero hay cosas que me llenan de satisfacción, como el haber firmado en tan poco tiempo el convenio con UNICEF para proteger los derechos de los niños.
¿Qué otros proyectos sociales tienes?
Tengo varios programas, entre ellos, la Campaña Nacional para el Registro Universal y oportuno de nacimientos, con la que se ha logrado beneficiar a más de 560,000 niños. Estos niños ahora cuentan con su acta de nacimiento, que es la puerta de entrada para todos los demás derechos, a la salud, a la educación, al cuidado y a la protección que el Estado les ofrece.
Un programa que me entusiasma mucho es el apoyo de los niños de los albergues del DIF, ya que cuando cumplen la mayoría de edad tienen que salir de su casa hogar. Es triste ver que niños que han sido protegidos, que les han dado cariño, tienen que enfrentarse solos a la vida, sin casa, sin familia, sin protección y sin cuidados. Mi principal interés en el proyecto es darles, a partir de los 18 años, herramientas para que puedan ser alguien en la vida, formar su familia, ser mujeres y hombres de bien.
En alianza con el DIF de Jalisco, se está constryendo el Centro de Atención del Embarazo Infantil y Adolescente en Zapopan, con el que se ofrecerá atención especializada a niñas y adolescentes embarazadas en situación de vulnerabilidad. También, a través de una fundación que conforman más de 1800 médicos, se está brindando atención y cirugías reconstructivas para niños con labio y paladar hendido completamente gratis, y en menos de un año hemos podido ayudar a más de 140 niños.
Por otra parte, realizamos un convenio con una asociación para donar a la gente de escasos recursos, 2000 estudios médicos gratuitos.
A través de otro convenio, en este caso, con una institución bancaria, obtuvimos el uso gratuito de un inmueble para la adaptación de un albergue para familiares de los pacientes del Hospital Infantil con capacidad para 60 camas en su primera etapa.
Con una asociación civil se acordó la capacitación de médicos y psicólogos de centros de rehabilitación del DIF en diferentes partes de la República, para tratar problemas oncológicos.
Otro programa en el que estoy trabajando es con la Asociación Nacional de Intérpretes para apoyar a los actores de la tercera edad. Gracias a la generosidad de la sociedad civil, ellos recibirán mil despensas al mes y además contarán con un comedor en las instalaciones de la ANDI. Son muchos más los programas que hemos implementado y en los que seguiré trabajando. Sabemos muy bien lo que somos capaces de lograr cuando todos, sociedad civil, empresarios y gobierno, trabajamos juntos. Yo solamente soy una vía, pero estoy convencida de que cada uno de nosotros puede hacer la diferencia para ayudar, para dar esperanza, para sumar esfuerzos y hacer cosas realmente maravillosas por los demás.
Cuando eras chica, y mira que empezaste a trabajar joven. ¿Qué te significaba? ¿Hasta dónde querías llegar?
Soñaba con llegar a tener un lugar importante como actriz, estudié mucho para poderlo lograr, porque me visualizaba como una figura importante dentro de ese ámbito. En ningún momento estuvo dentro de mis sueños de vida llegar a ser la esposa del Presidente, simplemente me imaginaba como una mujer triunfadora, exitosa tanto como mamá como en lo profesional. Lo que sí es que siempre quise tener seis hijos, incluso hay una entrevista de cuando tenía veinte años donde lo menciono. Mi mamá me decía ?apúrate, si quieres tener tantos porque yo empecé a los dieciocho años?. Siempre dije que quería tener cinco hijas y un hombre, era mi sueño y se me cumplió.
¿En serio?
De verdad que sí. Por eso digo que hay que tener cuidado con lo que uno quiere porque se puede convertir en realidad, y la verdad, a lo largo de toda mi vida y de todo lo que he pasado, se me han cumplido muchos sueños porque he sido una mujer de mucho trabajo y esfuerzo. No soy una mujer que se queda atrás, ni en los problemas, ni en general. Soy muy trabajadora y positiva. Si las mujeres nos sentimos con confianza en nosotras mismas, podemos lograr muchas cosas.
Eres muy joven y ya has tenido una vida rica en vivencias. ¿Con qué cualidades vino a este mundo Angélica Rivera para haber tenido una vida tan especial?
Vine a dar lo mejor de mí a pesar de las carencias que tuvimos de niños, porque mi mamá se quedó sola con seis hijos. Yo soy la cuarta hija y desde muy joven empecé a hacer programas, a modelar y hacer comerciales; la publicidad es muy bien pagada, yo era una actriz exitosa y me iba bien económicamente. Gracias a eso pude tomar la decisión de pagarles la carrera a todos mis hermanos porque, si bien todos trabajaban desde muy jóvenes, sabía que se podían quedar sin estudios. Me da mucha satisfacción haberlos ayudado, cada uno tiene su carrera porque me dediqué a trabajar por ellos. Me acuerdo que cuando iba a las sesiones de fotografía, llevaba dos jeans y una camiseta porque no tenía nada más, apenas iba reuniendo cosas para todo el glamour que se necesita en la actuación. Me iba a Televisa en transporte público. Pero todo eso me hizo ser la mujer que soy, por esa fuerza interna de salir adelante. Es por eso que con gran orgullo digo que aparte de mi carrera de actriz tengo cinco carreras más.
Yo no tengo injerencia ni me meto absolutamente en nada de temas de gobierno. Cuando me preguntan qué consejos le doy al Presidente, yo digo que ninguno».
¿Qué sentiste la primera vez que viste como una posibilidad verdadera el convertirte en Primera Dama?
Fíjate que yo lo apoyaba mucho en su campaña, pero siempre me mantuve muy al margen, porque respeto muchísimo el trabajo de mi esposo. No pensaba en lo que fuera a hacer como Primera Dama, al contrario, pensaba en apoyarlo a él porque era su carrera y porque era lo que quería hacer. Vine a darme cuenta de lo que realmente significaba ser la esposa del Presidente cuando entramos aquí. Es humano no saber para dónde ir en algo que era por completo desconocido, pero como estaba tan convencida de que no iba a meterme en nada de política, se me hizo mucho más fácil. La esposa del Presidente trabaja de corazón, se dedica de corazón a la asistencia social, no es servidora pública y por lo tanto, no recibe un sueldo. Yo no tengo injerencia ni me meto absolutamente en nada de temas del gobierno. Cuando me preguntan qué consejos le doy al Presidente, yo digo que ninguno. A mi esposo le doy fuerza, amor y me entrego por completo para que él pueda tomar sus decisiones.
Tú estás dando muchísimo. Tienes seis hijos, un esposo, llevas el DIF y estás al frente de muchas otras iniciativas, viajas sin cesar y dejaste tu carrera de actriz. ¿Dónde queda Angélica? ¿Qué sientes que te ha dado y que te ha quitado el ser Primera Dama?
Las responsabilidades las he tenido siempre. Yo tuve una escuela que fue como un doctorado con mis hermanos porque, como te decía anteriormente, nos ayudamos entre todos. Tuve que ser hermana, papá y mamá al mismo tiempo para ellos, nos tuvimos que proteger entre todos. Desde muy chiquita asumí la responsabilidad de sacarlos adelante. Muchas veces no me iba de vacaciones con mis amigas porque hacía mis cuentas y no salía con los gastos de ellos. Entonces ahora tener la responsabilidad de una familia se me hace normal. Yo creo que siempre todo lo que viene en la vida hay que tomarlo con una gran responsabilidad. Todo lo que la vida me ha dado, lo que se me ha presentado, lo he tomado así y estoy muy contenta. Mi hija Nicole dice que mis tres hijas son de horno convencional viejito y que los otros tres son de microondas, que llegaron rapidito (risas). Claro que yo no me imaginaba que de repente iban a llegar tres niños más, pero en el momento que tomé la decisión de casarme y de formar una familia lo hice con amor y una gran convicción de sacar adelante a mis seis hijos, y entonces hago las cosas con tanto gusto que no me pesa. Claro que me canso, que si de repente a Regina no le hago su sopita con carne molida que le tengo que preparar yo, no se la come, que si cualquiera de mis hijos me pide tiempo siempre se los doy. Creo que poder ser mamá de seis hijos me da el privilegio de ver a mis niños siendo buenas personas el día de mañana, así como vi a mis hermanos que estudiaron, se prepararon y tienen una familia hermosa, es la gran satisfacción que yo voy a tener con ellos; entonces, la verdad es que no me pesa. Trato de ser una mamá entregada.
¿Quién va a ser Angélica Rivera terminando el sexenio?
Todos los días trabajo para ser una mejor mujer, mamá y esposa. Y voy a seguir siendo esa mujer que ha luchado para sacar a su familia y a sus hijos adelante. Espero que en los años que faltan pueda tener la gran satisfacción de decir: sí logré, sí ayudé, sí pude hacer, sí pude ver a mis hijos crecer. Hay tres cosas en la vida que nadie te puede quitar: tu libertad, tu esencia y tu dignidad. Esta última es algo que las mujeres no debemos perder nunca; tú puedes regalar de ti muchas cosas sin que te afecte, pero esa no. Mi libertad la comparto con mi esposo, por ejemplo, y lo hago con mucho amor.
¿Qué opinas del fenómeno de las primeras damas y miembros de la nobleza como iconos de estilo?
Es algo muy interesante porque podemos presentar lo mejor de nuestros países al mundo y poner en alto la elegancia de la mujer, así como la belleza y la riqueza de cada una de nuestras culturas. Yo he tenido el honor de representar a la mujer mexicana cuando acompaño a mi esposo a otros países y he portado los diseños mexicanos que han alcanzado el reconocimiento internacional. Estoy convencida de que nuestros diseñadores son de los mejores del mundo y por eso ahora sólo me visto con sus diseños, porque ellos son capaces de interpretar el estilo de la mujer mexicana actual, una mujer que le gusta verse bien, arreglarse, que es culta, trabaja, cuida a los hijos y a su familia. En México tenemos muchas mujeres con muchísimo talento y reconocidas internacionalmente, y que además son muy dedicadas a su familia. Esta imagen rompe en el mundo con la idea equívoca que se tiene de nuestro estilo.
La verdad es un placer conocer a la mujer tan cálida que es Angélica Rivera, muchas gracias por haberlo hecho para Marie Claire.
Gracias a ustedes, para mí esto es algo nuevo, diferente, que no había hecho. También quiero agradecer a la gente y, ahora que tengo la oportunidad de poderlo decir, que la gente sepa que todo lo que yo hago, lo hago por convicción y de corazón, por ayudar a los demás, por estar bien, por ser una mejor persona. Yo creo que si tenemos la oportunidad todos los días de poder ser un mejor ser humano, hay que serlo. No hay que complicarnos, hay que vivir tranquilamente. Hay que ser uno mismo y entregar lo mejor de lo que tenemos cada uno de nosotros todos los días. Me siento muy contenta de poder compartir esta experiencia con mi hija, que las dos podamos platicar. Me enorgullece ver todo lo que está logrando por ella misma, porque es una niña llena de luz, con una gran madurez, que me llena de orgullo; es una hija extraordinaria, muy disciplinada y entregada, con un corazón enorme que siempre está viendo por los demás, que siempre nos está entregando su amor. Sofía es, sin duda, una gran bendición que la vida me dio.
SOFÍA
Tú nunca has tenido una vida del todo normal. Naciste dentro de la fama, con una tía súper famosa como Verónica Castro, un primo como Cristian, un papá productor, tu mamá y ahora eres parte de la familia presidencial?
Sí, desde chiquita, no tan normal como tú dices. Mis hermanos y yo nacimos y crecimos ahí en todo este rollo y este medio artístico, y luego esto, que mi mamá se casó con Enrique, pues todavía es menos normal.
Tu mamá me contó que desde que eras muy, pero muy chiquita querías ser actriz pero ellos preferían que esperaras hasta que fueras más grande y entonces tú les dijiste muy seria: ?Nadie truncará mi carrera.?
Sí. Tenía como 4 o 5 años. Estábamos platicando porque yo me quería meter al CEA infantil, porque sabía que era la escuela de actuación en Televisa.
Pero, ¿estabas consciente a esa edad siquiera de lo que era ser actriz?
No tanto, a mí me gustaba mucho la carrera desde chiquita, no la fama porque no la entendía, porque la vivía desde que estaba aún más chica a través de mis papás. Yo la veía más hacia el interpretar y me encantaba ser la Cenicienta y mi mamá era la madrastra y jugábamos. Yo veía a mi mamá y quería hacer muchos personajes, cuando jugaba con mi hermana, yo siempre era la que tenía que llorar y también siempre tenía que ser el diablito en la pastorela porque era el que más hablaba. Fue desde muy chiquita y lo empecé a platicar con mis papás, fue cuando les dije que me quería meter al CEA infantil y que mi papá me dijo que no lo podía hacer tan chica y yo le dije que nadie iba a truncar mi carrera.
¿Y?
Y aquí estoy. A mi papá fue al que más le costó y que me dijo: ?No, espérate?, creo que también pensó que para mí era un juego, que no estaba entendiendo lo que era y que me parecía fácil y quería fama, hasta que vio que estaba comprometida y que es lo que me apasiona. Creo que desde ahí mis papás dijeron: ?Ah, bueno, Sofía sí va en serio? Y desde ahí me han apoyado al 100%.
Cuéntame cómo es un día normal en casa de los Peña Rivera.
Un día normal? Ay, de locos, la verdad. Nos levantamos y nos vamos a la escuela, pero la mañana con ese proceso es de locos, entre que Regina no quiere ir a la escuela, y que luego se me hace tarde y me voy vistiendo en el coche. Mi hermano que se levanta a las seis de la mañana y siempre está perfectamente arreglado a tiempo, nos vamos a la escuela, llegamos, comemos los siete y a veces llega Enrique o a veces nos vamos a comer con mi papá o a veces nos vamos con alguna amiga y ya, nos quedamos en la casa, hacemos la tarea o nos vamos cada quien a sus clases y ya en la noche vamos brincando de cuarto en cuarto. Los domingos comemos y nos encanta ver películas, a veces jugamos dígalo con mímica entre los ocho. Casi siempre nos levantamos tarde, cada quien a su hora y luego comemos y nos chismeamos de lo que ha pasado en la semana o si alguien cortó con el novio, que si mi hermano y su novia, y luego la otra que no tiene, y cosas así. Es una mezcla de temas y de chismes que vuelven a mis papás locos.
¿Qué admiras de tu mamá?
Todo. La gran mujer que es, el ser humano tan grande. El que cuando mis papás se divorciaron nunca nos dejó, siempre nos tuvo bien agarradas. La manera de salir adelante de todo y su fuerza. Tener seis hijos, educarlos y estar en donde está, yo creo que pocas mujeres logran lo que mi mamá ha logrado.