Nuestra psiquiatra residente, la Dra. Samantha Boardman, instructora clínica en psiquiatría y asistente de psiquiatría en Weil Cornell Medical College en Nueva York y fundadora de Positive prescription nos ayuda a cambiar la idea de que ser demasiado ambiciosa es algo malo.
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¿SER DEMASIADO AMBICIOSA ES MALO?
La ambición cuenta con una mala reputación. De hecho, es considerada por muchos como una ruta de acceso a la deshonestidad, la codicia, el egoísmo e incluso hasta a la insatisfacción.
El famoso libro de John W. Dean, Blind Ambition, sobre el escándalo de Watergate, confirma la sospecha que tenemos sobre la ambición. Lo mismo ocurre con Macbeth.
La moraleja de estas historias es la misma: La ambición desenfrenada es imprudente y despiadada. Además, no termina bien.
Si bien una búsqueda implacable por obtener más dinero, más estatus, más poder y en general una búsqueda por conseguir más cosas es un callejón sin salida cuando se trata de llevar una vida plena y feliz, la ambición está lejos de ser un defecto de carácter fatal.
De hecho, existen una serie de aspectos positivos asociados con la ambición, aunque no lo creas. Las personas demasiado ambiciosas tienden a estar mejor educadas y tener carreras más exitosas. Los jóvenes que tienen ambiciones sobre su futuro tienen más probabilidades de ir a la universidad que aquellos que no lo hacen.
Y, al contrario de los estereotipos negativos que se tienen, las personas ambiciosas no son miserables ni tampoco perseguidas por una sed insaciable de conseguir más. En pocas palabras, mientras la ambición no se convierta en una ambición ciega, es más una virtud que un vicio.
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¿UNA MUJER PUEDE SER DEMASIADO AMBICIOSA?
Dicho lo anterior, muchas mujeres en realidad se sienten incómodas mostrando ambición.
Una investigación sugiere que los hombres y las mujeres son igual de ambiciosos, pero las mujeres algunas veces minimizan sus ambiciones profesionales en ciertos contextos.
Por ejemplo, un estudio que publicado en Harvard Business Review descubrió que las mujeres solteras minimizaban sus esfuerzos profesionales por preocupación, ya que las haría menos deseables para posibles socios. O temen verse demasiado asertivas o muy agresivas en la oficina y, como resultado, reducen significativamente sus aspiraciones.
Afortunadamente, la ambición ambivalente entre las mujeres ca desapareciendo cada vez más. Afortunadamente modelos exitosos como Tory Burch, quien lanzó la iniciativa global Embrace Ambition, y Rihanna están capacitando a las mujeres para que sean más abiertas cuando se trate de sus ambiciones.
No estamos hablando únicamente en el ámbito de los estudios; podemos ser ambiciosos en la crianza de los hijos, la salud e incluso también en mejorar nuestras comunidades.
La ambición también se ve diferente dependiendo de la etapa de la vida en la que te encuentres. El hecho de no tener la misma ambición a los 30 años que tenías a los 20 no significa que ya no seas ambiciosa, solo significa que lo estás manejando de una forma diferente.
En realidad, no importa la edad que tengas, acepta, cultiva y abraza la ambición. Siempre y cuando no la persigas como si realmente fuera una ruta más fácil para lograr tus cosas, te ayudará a ver lo que quieres lograr de una forma más clara.
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