Mujeres lesbianas cuentan la mejor manera de masturbarte para llegar al orgasmo. Aquí una serie de tips para consentirte.
La masturbación femenina es uno de los placeres más grandes, por ellos es importante saber hacerlo y que mejor con tips de mujeres lesbianas.
Tiempos de crisis, de contingencia, de neurosis. Es una temporada difícil, y el sexo siempre es un gran relajante, mejor cuando hay problemas. Pero en esta época de miedo al contacto ajeno, ¿qué hacer? A veces una mano amiga y de confianza es útil.
¿Cuántas veces hemos sido víctimas de un hombre de poco tacto que pretende masturbarnos pero solo nos araña y nos deja confundidas? En tiempos de confinamiento es buen momento para explorar partes de nosotras que hemos dejado cubiertas por tabúes y otros miedos y tal vez sea hora de atrevernos a más. Buscar la satisfacción sexual en manos de una amiga puede ser una posibilidad.
El sexo con otra mujer no quiere decir que los hombres están fuera de nuestra vida. Es una posibilidad de ampliar nuestro panorama del deseo y de la satisfacción sexual. Somos seres sensuales y una mujer sabe muy bien lo que necesita y satisface a otra mujer.
Manual según mujeres lesbianas para llegar al orgasmo con los dedos
Ojalá existiera el manual de la correcta masturbación o encuentra el clítoris para dummies, de cuántas experiencias frustrantes nos habríamos librado. Tampoco es nueva idea confiar del todo en lo que nos muestran series de televisión o películas, que tienden a simplificarlo todo o hacer ver burdo o forzado.
Una de las principales recomendaciones es centrarse en el punto G. Casi mítico como el santo grial e igual de inalcanzable para varios. Está ubicado en la parte superior trasera, a unos centímetros de la entrada vaginal. Que otra mujer puede ayudarnos a consentirlo porque ella sabe lo que significa tratar bien a este amigo.
El primer consejo en este momento pasa por la extrema higiene. Lavar las manos y el uso de gel antibacterial es esencial para cualquier contacto.
Complemento de esto es tener las uñas cortas. Un arañazo íntimo es lo que menos buscamos y sería una forma dolorosa y poco agradable de ponerle fin a una experiencia que debe ser placentera.
El sexo no debe ser mecánico y no tiene una receta. Cuando Otis le cuenta a Ruthie, la lesbiana oficial de la serie Sex Education su método para masturbar a alguien, ella se ríe de él.
Una joven lesbiana señala «El peor error que puedes cometer es llegar con una técnica fija y pensar que eso me va a calentar. Aunque suene falso realmente tienes que escuchar al cuerpo de la otra persona y ver a qué responde positivamente».
Las recomendaciones genéricas solo sirven como actos de cortesía y algunas veces como elementales nociones de higiene antes de comenzar el acercamiento íntimo. Las uñas cortas y la limpieza de manos y cuerpo no son métodos de seducción, son normas de vida.
Las mujeres lesbianas te explican
Cada vagina, cada culo, no hay dejarlo de lado, tiene una sensibilidad diferente. Por eso es necesario saber escuchar al cuerpo de nuestra compañera para que al hacerla gozar nos devuelva el sentimiento. Acariciar el cuerpo ajeno es una forma de acariciarnos a nosotras, el sexo es la máxima forma de compartir, porque compartimos lo más valioso que tenemos, nuestra intimidad.
El uso de lubricantes es otra forma de ayudar al placer. Además de que hace más terso acariciar la intimidad de la otra persona puede añadir sensaciones. Hay lubricantes de sabores, que aumentan la sensación de calor, hasta los que invitan a potenciar el placer, basados en mariguana. El placer puede llegar a ser cósmico.
Hay que tomar en cuenta que masturbar no es igual a penetrar. El roce y jugueteo de los dedos o algún ayudante como un juguete sexual puede lograr más que el uso de los dedos dentro de la vagina.
La experiencia con mujeres lesbianas es una puerta al goce sexual, no es solo una respuesta mecánica que dé salida a una satisfacción personal. No está exenta de romanticismo y de fantasía. Son dos seres sensuales que se buscan y se encuentran en el roce de sus sexos, de sus labios, de su intimidad hecha una.