En África, el blanqueamiento de la piel no es nada nuevo, a pesar de las advertencias de los médicos sobre los riesgos en la salud de esta práctica. Algunos consideran que es el resultado de siglos de esclavitud y de colonización; otros, como una influencia de los medios de comunicación que promueven el canon estético occidental como el tipo de belleza ideal. Este paradigma persiste y se expande a todas las situaciones de la vida, ya que se considera que para un buen trabajo o una relación amorosa es importante tener la piel clara. Recuerdo incluso que una compañera de universidad de madre marroquí y de padre senegalés me comentó que en Senegal (ella reside ahí) las demás chicas se ponen celosas cuando tienes un poco más clara la piel que ellas, aunque en realidad ésta también sea oscura.
“El uso de productos para blanquearse la piel está aumentando, en particular entre adolescentes y jóvenes. […] La antigua generación utilizaba cremas, la nueva usa píldoras e inyecciones”, explica Lester Davids, profesor de Biología Humana en la Universidad de Pretoria, Sudáfrica. Los productos para aclarar la piel comúnmente actúan directamente sobre la producción de melanina inhibiéndola. Lo más grave del asunto es que la obsesión llega a niveles tan altos como el de aplicar cremas blanqueadoras con esteroides a bebés de meses.
Tan solo en Nigeria, 77% de las mujeres acostumbran utilizar a menudo este tipo de productos, según un informe de la OMS de 2011. Los cosméticos utilizados no siempre son de buena calidad, ya que depende mucho de las capacidades económicas del consumidor; algunos tienen componentes peligrosos como mercurio, hidroquinona, esteroides y hasta plomo –utilizado en los polvos blancos para el maquillaje pálido del siglo XVII y que mató a mucha gente–. Las consecuencias pueden ir desde problemas de todo tipo en la piel, hasta cáncer; esto sin mencionar que si una mujer embarazada utiliza este tipo de productos, el feto puede presentar problemas en su desarrollo.
En muchos países africanos, como Nigeria, Sudáfrica, Ghana y Kenia, este tipo de componentes están más que prohibidos, y las autoridades tratan de informar a la población sobre los riesgos que se incurren al utilizarlos; sin embargo, los tratamientos aclaradores siguen siendo de fácil acceso y poco controlados en los mercados, en internet y clínicas especializadas, mintiendo comúnmente sobre la presencia de ingredientes tóxicos y contribuyendo a los “beneficios de tener la piel más blanca”.
Desgraciadamente, no es raro que la belleza negra sea más apreciada al exterior de África que en éste. Por todo esto, los recientes movimientos de conciencia negra tratan de cambiar las mentalidades, como “Melaninpoppin” (La melanina es tendencia) celebra la piel negra en las redes sociales y la película Black Panther, con un reparto (casi) exclusivamente negro y con un vestuario inspirado en trajes tradicionales africanos, entre muchas otras iniciativas.