«Sentía que estaba mal estar ahí con un vestido que costaba más de que lo que mucha gente verá en su vida»
En ek 2013, Hathaway ganó el Oscar a mejor actriz de reparto por su interpretación en Les Misérables. Para este papel, la actriz tuvo que adelgazar 10 kilos, cortarse el pelo y aprender a cantar, entre otros requisitos. La preparación para la película fue algo que todavía incomoda a Hathaway, quien durante dos semanas prácticamente al día no comía más que dos barritas de avena, y quien debió aprender a interpretar el sufrimiento humano.
"Me volví obsesiva con ello -con la idea de parecer que estaba al borde de la muerte. Mirar hacia atrás toda esa experiencia me ha hecho darme cuenta que definitivamente estaba un poco ‘loca’. Definitivamente fue romper con la realidad". A pesar de que los sacrificios tuvieron su recompensa, ganar el Oscar no le hizo feliz.
"Me sentí muy incómoda", ha revelado la actriz, "creo que perdí la cabeza al hacer esa película y que todavía no ha regresado del todo. Tuve que ponerme de pie delante de muchas personas y sentir algo que no sentía; una felicidad complicada. Es obvio, ganas el Oscar y supuestamente tienes que estar feliz. Pero yo no me sentí así. Me sentí mal de estar ahí parada con un vestido que costó más de lo que mucha gente verá en su vida, y ganar un un Oscar por interpretar el dolor que sentía que formaba parte de nuestra experiencia colectiva como seres humanos? Traté de mostrar que era feliz? Esa es la verdad y eso es lo que pasó", termina la intérprete sobre el papel de Fantine, una niña huérfana que acaba siendo una prostituta maltratada.
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