- Un viaje de ensueño
Éste puede ser la luna de miel o cualquier otro viaje que hagan. No importa si es mucho o poco tiempo, lejos o cerca, lujoso o no, lo realmente importante es que sea un destino que los ilusione a ambos y a donde quieran ir juntos en solitario, pues la experiencia de viajar une a las parejas, ya que se crean recuerdos en lugares idílicos. Aprovechen el momento, porque quizá más adelante no puedan hacer este tipo de viajes con tanta facilidad, ya que se tendrán otras responsabilidades y preocupaciones.
- Construyendo juntos
Como bien lo dice la palabra casa + dos, el vivir juntos como matrimonio implica construir (muchas veces desde cero) y convivir en el día a día (cocinar, comprar muebles, decorar, ir al súper, limpiar…). Hacerlo juntos convierte los quehaceres en actividades divertidas y de enriquecimiento para la pareja, ya que es una oportunidad tanto de conocerse más (gustos, capacidades), como aprender a hacer consensos y llegar a acuerdos.
- Naturalmente espontáneo
En el noviazgo siempre existe el factor sorpresa, esos momentos y detalles en los que uno se deja ir y da gusto a la otra persona, y el matrimonio no es pretexto para que esto deje de existir. Nunca hay que dar nada por sentado, sino que hay que mantener la relación fresca y divertida: salir los fines de semana, bailar o cantar solo porque sí, sorprender con detalles (comida, flores, lavar los platos…). De esta manera, la monotonía no hará mal tercio en la relación y el amor se fortalecerá.
- Experimentar cosas nuevas
Siempre es bueno conocer y probar cosas nuevas en cualquier ámbito, sobre todo en materia sexual. Frecuencia, lugares y posiciones son componentes que se recomienda explorar y variar para mantener la chispa en la pareja.
- Cada día es un recuerdo
Disfruten de cada día que pasen juntos, porque no se repetirá, y las fechas importantes no pueden faltar. Celebren en gran pompa y entusiasmo para crear nuevos recuerdos. Asimismo, tómense el tiempo de disfrutar cada momento juntos y recordar momentos felices. Todo esto no solo fortalece la relación, sino que también confirma la voluntad de querer seguir compartiendo y viviendo nuevas experiencias con la pareja.
- Vivir ahora y pensar a futuro
Si bien hay que construir, esto no impide el ver más allá. Hablen de finanzas, hijos, ambiciones, sueños, proyectos, etcétera, para que estén en la misma sintonía y partan sobre el mismo objetivo y así hacer inversiones inteligentes.
- Derrochar amor
¿A quién no le gusta que le digan uno o dos cumplidos? Las expresiones de amor no deben convertirse en cosa del pasado; por lo contrario, deben de ser inherentes a la convivencia; el momento perfecto para perpetuar este hábito es precisamente durante el primer año, hacer que sea algo natural entre los dos. En una relación sana, ambos cónyuges deben sentirse libres de expresar lo que piensa y sienten, lo que es vital para la complicidad entre los dos.