El doctor Guillermo Rodríguez Navarrete comparte los mejores consejos para sobrellevar la batalla a la hora de elegir los mejores alimentos en el supermercado.
La elección de los alimentos que compramos en el supermercado, es probablemente la más importante de todas las elecciones que hacemos cada semana.
Para que comprendan la importancia, esa compra de los alimentos que consumimos, podría compararse con la de los materiales que vamos a usar para construir nuestra próxima casa. ¿Elegiría usted un material malo y barato, o uno bueno, firme y sólido?
Nuestro cuerpo es y será nuestra casa durante toda nuestra vida, y hay que cuidarlo mucho. Esos ladrillos que constituyen los nutrientes que ingerimos, nos harán tener una estructura sólida o débil, nos harán ser más o menos propensos a enfermedades, nos harán estar en nuestro peso saludable o en un peso no deseado? y eso, señores míos, es sagrado.
La construcción y mantenimiento de nuestro cuerpo es, por razones obvias, más importante que la de nuestra casa. Ya imaginarán que al construir mal nuestra casa, podríamos echarla abajo y volverla a construir. Con nuestro cuerpo eso no es posible.
Dicho esto, les contaré algunas cosas a tener en cuenta a la hora de elegir los principales alimentos que conforman nuestra alimentación diaria, comenzando por el nutriente más importante para nuestra salud: la grasa (sí, ha leído bien).
Lejos de ser un nutriente del que debamos huir, o al que debamos temer, la grasa ha demostrado en los últimos años ser el nutriente más importante de nuestra dieta, el que más implicaciones directas tiene en nuestra salud, y el que debemos saber elegir con mayor corrección. En este sentido, cuando vayas al supermercado, huye de los aceites vegetales, y ve directamente por un buen aceite de oliva virgen extra. Olvida la historia de que cocinar con oliva es perjudicial, porque no lo es. Tanto en crudo como en la sartén, sigue siendo el mejor.
No soporto cuando en un supermercado veo uno de esos aceites vegetales cuya etiqueta reza: "puede contener aceite de palma, girasol, soya, canola?" Pero bueno, ¿qué es eso de "puede contener"? ¿Se imaginan irse a comprar un teléfono y que le den una caja que diga "puede contener un Nokia, un Samsung o un LG"? ¿Lo comprarían por muy barato que fuera? ¿Verdad que no? Bueno, pues con esto igual.
En cuanto al kétchup, bastante consumido en el país, fíjense en que sea libre de jarabe de maíz alto en fructosa y podrán usar una cantidad adicional en sus platos.
Huyan de todo lo que en su envase contenga la palabra light. Generalmente son alimentos extremadamente procesados, para eliminar una grasa que se sustituye por sustancias peores para su salud.
Así podríamos seguir, pero como dicen, les voy a dar una regla general para cuando tengan que decidir si echan un alimento al carrito o no: tomen el alimento en cuestión, lean con calma sus ingredientes, y si encuentran más de cuatro componentes que no tienen idea de lo que son, ni los habían oído antes, y además al tratar de leerlos les cuesta pronunciar el nombre, dejen ese alimento donde lo encontraron y busquen otro.
Puede parecer un chiste, pero a más aditivos, mayor procesado, y a mayor consuno de alimentos procesados, peor será su salud. Esto no es una teoría mía, sino un axioma científico que ya nadie pone en duda, así que ahora que ya tienen más armas a la hora de ir a esa guerra semanal que todos tenemos que hacer en el súper para no caer en las trampas de marketing de algunos segmentos de la industria alimentaria, traten de ponerlas en práctica.
No hay nada más importante que la salud, y la salud comienza por las elecciones que se hace en la compra semanal. No lo olvides.
Nos leemos pronto,
Dr. Guillermo Rodríguez Navarrete
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Crédito de foto: Getty Images