#LaBatallaDeAle: Fe, gratitud, esperanza y amor
Hoy quiero hacer una pausa en el contarles mi día a día, y compartirles un momento, antes de mi diagnóstico, que jamás pensé que iba a desear y que además me ha traído tantos momentos de reflexión, de gratitud, de amor, de infinitas cosas lindas y un mundo de lecciones.
Todos hemos escuchado el ?nunca digas nunca?, ¿verdad? Pues créanmelo, es 100% cierto. La vida cambia a cada momento y lo que hoy no está en tu camino, mañana puede pasar a ser parte de tu cotidianidad.
Prácticamente toda mi vida me dije a mí misma y a quien me quisiera escuchar ?jamás me voy a tatuar? ?los tatuajes no son lo mío? ?los tatuajes en mí no son femeninos? y decenas de tontadas por el estilo. Me parecía que les quedaban solo a cierto tipo de personas, muy cool, muy atrevidas? ¿Cuantas ideas preconcebidas verdad?
Hace exactamente 4 años, inicié un cambio súper radical en mi vida que empezó con la pérdida de 50 kilos de sobrepeso. Y aunque se podría pensar que fue maravilloso, y lo fué en muchos aspectos, principalmente por salud, mi principal motivación para hacer ese cambio, hubo una serie de situaciones que me empezaron a botar y que me llevaron a buscar un algo más de cómo estaba viviendo mi vida en ese momento.
Todo este proceso de buscar, de investigar, de leer, de aprender, de crecer, de descubrir al mundo y a mí misma, de trabajar muchísimo en esa persona que era y en la que hoy soy?? que en esencia siempre he sido la misma pero con visiones, actitudes, lecciones, aprendizajes, conexiones con las personas y el mundo distintas y mil otras cosas más diferentes, siempre de la mano y con la guía de mi life coach a quien le estoy infinitamente agradecida por todas la herramientas que he recibido de ella, por su paciencia y amor incondicional.
Estos cuatro años me llevaron, a finales del año pasado, a desear intensamente tener un recordatorio permanente de todo lo que había aprendido, crecido, de lo que es importante en la vida. Quería algo solo para mí, que yo supiera que estaba conmigo pero sería algo muy personal y como les mencioné, permanente. Sí, decidí que quería un tatuaje.
No cualquier tatuaje, quería algo muy muy especifico que requería de un artista que me lo pudiera diseñar y tatuar tal como me lo había imaginado. Quería unir los símbolos de la gratitud, el amor, la esperanza y la fe, que me han acompañado toda la vida y que han sido mi enfoque en los últimos años.
No les voy a platicar el shock que causó en mi familia ser la primera tatuada, pero se lo podrán imaginar si les platico que mi familia tiende a ser conservadora. No me lo prohibieron, porque ya soy adulta, pero creo que si hubiera tenido unos años menos sí me lo hubieran prohibido. La única que estaba feliz fue mi sobrina la más grande, que se quiere hacer un tatuaje y sus papás se lo tienen prohibido. Creo que le di ya una herramienta para obtener ese permiso y a mi hermana no le causó mucha gracia.
El artista que me hizo el tatuaje es eso, un artista, y desde el momento en que me decidí a que me lo haría hasta el momento en que me lo hice pasaron más de un par de meses, porque su agenda estaba a tope. Esos meses no fueron buenos, porque cambié de opinión por lo menos una vez al día?. ¡Pero por fin llego el gran día!
No se me olvida: el 4 de Noviembre del 2014, exactamente un mes antes de mi cumpleaños y me dije a mí misma: ?¡Perfecto! ¡Es mi primer regalo!?. Iba con mucho miedo porque me habían platicado que dolía mucho, que iban a ser horas de tortura, etc. Así que me llevé a mi equipo de apoyo, tres personas que quiero y que me echaban porras con esto.
No puedo describir la emoción, el miedo, la alegría, todo junto que pasaba en esos momentos. Es uno de los dolores más fuertes que he sentido, lloré todo el tiempo (que fue como media hora aunque sentí que fueron como tres horas) pero en cuanto me lo vi en la espalda, lo amé.
Es mío y para mí, no está a la vista y sólo lo decidí compartir por dos motivos: porque es tan importante lo que significa en mi vida, en estos momentos, en ayudarme a mantener el enfoque en lo que es, y porque fue una lección mas: lo que decidas hacer, ¡hazlo! Porque nunca sabes si mañana lo vas a poder hacer. Imagínense que ahorita no puedo ni hacerme manicure, ni ir al dentista, mucho menos hacerme un tatuaje.
Así que hoy me despido con eso, ?fe, gratitud, esperanza y amor? ?.. hoy es lo único que tienes, vívelo, disfrútalo y haz lo que tu corazón te dicte que debes hacer.
¡Les envío miles de abrazos!
Ale.
#LaBatallaDeAle