#LaBatallaDeAle: LAS SEÑALES QUE EL CUERPO NOS ENVÍA
¡Hola! Me sorprendo a mí misma de estar con esta pila, porque el vuelo a Hermosillo salió de Tijuana a las 6 am. O sea, estar en el aeropuerto a las 4 am. Nunca he sido de las que se levanta temprano, estas desmañadas me desequilibran mucho.
Por lo menos, ese vuelo sí salió a tiempo y para las 7:30 am ya estábamos en Hermosillo. Este viaje fue con mi subchef -El Pollo-, porque van a ser casi dos semanas de trabajo súper intenso. Así que llegamos a desayunar a un lugar delicioso en Hermosillo para adquirir nuestra dosis de doble vitamina C (comida y café), probé por primera vez un tamal perdido que me fascinó (de elote, chile verde, queso cocido, chile colorado), mi café y súper puesta para empezar.
No tienen idea el cariño que le he ido tomando a este proyecto, es un restaurante en el que he contribuido desde el desarrollo del concepto, el tipo de menú, diseño de la cocina, elección de la vajilla, proveedores, capacitación del personal de cocina, todo. Y en este viaje tenía dos objetivos principales: que mis clientes probaran toda la propuesta de menú para decidir el definitivo y dejar la cocina equipada y lista.
Así que el primer paso fue ir al local a ver avances. El área de clientes está quedando hermosa, moderna, urbana, muy chic. Pero la cocina estaba atrasada. Reuniones con proveedores de equipo de cocina y hacer las pruebas de menú en una cocina externa… Fueron tres días de mucho trabajo, de mucha adrenalina y cosas por resolver, alimentación diferente y un calor que no pasaba a creer (era como estar en un horno).
En el post anterior les comentaba lo sabio que es nuestro cuerpo y lo importante que es escuchar las señales que nos envía. Creo que se me olvidó a mí misma mi propio consejo y todo ese conjunto de circunstancias me tumbaron por un par de días. Hice más llamadas a mi oncólogo que en todo el tiempo que tengo de tratamiento, tomé mas sueros que en toda mi vida y estuve a punto de que me internaran en el hospital. Gracias a Dios no pasó a mayores, me recuperé y aprendí una lección súper importante: aunque estoy completamente en el canal de que no estoy enferma, sino pasando por una situación médica, sé que se requiere ponerle atención especial a las señales que mi mismo cuerpo me da y tomar las medidas necesarias: comer a mis horas, descansar lo suficiente, no permitirle la entrada al estrés a mi vida, etc.
Pero bueno, después de esa enorme lección, la vida sigue. Empezamos con las pruebas de menú para Xunuta (un lugar en el que vamos a servir cocina auténticamente sonorense, todos los ingredientes locales y muchos de ellos autóctonos a la región, pero de una manera sofisticada). Me tiene encantada todo lo que logramos en ese menú y la enorme cantidad de investigación y aprendizaje que nos llevó el llegar hasta el menú final. Definitivamente no soy experta aún en cocina sonorense, pero tengo muchísimo más conocimiento de ella que antes de este proyecto.
Fueron dos semanas intensas, divertidas, felices, haciendo lo que amo hacer y disfrutando cada momento: desde las lecciones aprendidas, el cocinar cada platillo del menú y la decisión de cuáles se quedaban y cuáles no. El apoyar a mis clientes en escoger vajilla, conocer y capacitar a los chicos de cocina. Atardeceres hermosos, algunas tardes/noches de lluvia que fueron todo un acontecimiento porque casi nunca llueve en Hermosillo, la comida de despedida y el viaje de regreso a Tijuana… Dos días en casa para regresar a Hermosillo al siguiente proyecto.
De ese viaje y proyecto les cuento en la próxima. ¡Disfruten cada momento y nos leemos pronto!
¡Abrazo!
Ale
#LaBatallaDeAle
Crédito de fotos: Alejandra García